Sobre el origen de los teléfonos móviles
El concepto de teléfono móvil apareció ya en los años 40. En ese momento, los Laboratorios Alexander Bell, la empresa de comunicaciones más grande de Estados Unidos, comenzaron la producción de prueba. En 1946, los laboratorios Alexander Bell construyeron el primer teléfono móvil.
Sin embargo, debido a su gran tamaño, los investigadores sólo pudieron colocarlo en un estante del laboratorio y la gente poco a poco se fue olvidando de él.
No fue hasta finales de los años 60 que dos empresas, AT&T y Motorola, se interesaron por esta tecnología. En ese momento, AT&T estaba alquilando un teléfono móvil inalámbrico de gran tamaño que los clientes podían montar en un camión grande. La idea de AT&T es que en el futuro pueda desarrollar un teléfono móvil con una potencia de 10 vatios y utilizar el equipo de radio del camión para comunicarse. Cooper creía que el teléfono era demasiado grande y pesado para moverlo y transportarlo. Por lo tanto, Motorola presentó una solicitud ante la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos, solicitando que la potencia de los equipos de comunicaciones móviles sea solo de un vatio y que el máximo no exceda los tres vatios.
Desde el momento en que se patentó el teléfono móvil en 1973, no fue hasta 1985 cuando nació el primer teléfono verdaderamente móvil en el sentido moderno. Coloca la fuente de alimentación y la antena en una caja y pesa 3 kilogramos. Es muy pesado e incómodo. El usuario tiene que llevarlo como una mochila cuando camina, por eso se le llama "teléfono de hombro".