Ayuda a los demás sin pedir nada a cambio.
Ejemplo
Un día de verano, en la escuela de animales, sonó la campana, ¡ay! ¡Se acabó la escuela!
El clima en verano es realmente extraño. El cielo estaba despejado hace un momento, pero ahora hay nubes oscuras, vientos fuertes y pronto empezó a llover mucho.
Los estudiantes caminaban a casa. Los que llevaban ropa para la lluvia estaban bien, pero los que no la tenían estaban en una situación desesperada. Por ejemplo, el conejito blanco y la tortuguita, ¡los llevan apresuradamente a casa bajo la fuerte lluvia!
De repente, la pequeña tortuga tuvo una idea. Se quitó el caparazón de su espalda, encontró un pequeño palo y lo usó para sostener el caparazón y usarlo como paraguas para protegerse de la lluvia. .
Mientras caminaba, el conejito blanco que estaba empapado por la fuerte lluvia se encontró con la pequeña tortuga, que le preguntó con cautela: "Disculpe, ¿puedo usar un paraguas?"
Hmph. ¡Tuviste un conflicto conmigo durante la última carrera! ¿Quieres que te preste un paraguas esta vez? ¡De ninguna manera! Sin embargo, el profesor Pheasant dijo que los amigos deberían ayudarse unos a otros.
Después de pensarlo, la pequeña tortuga finalmente se movió y dijo: "¡Está bien, usemos el paraguas juntos!"
"¡Gracias, pequeña tortuga!", dijo el conejito blanco. explique con gratitud.
De esta manera, regresaron felices a casa juntos.
Este incidente le hizo entender a la pequeña tortuga: ayudar a los demás no sólo te hace feliz a ti, sino que también hace felices a los demás. De esta manera, una alegría se convierte en dos alegrías.
¡Hijos, actuemos, ayudémonos unos a otros y llenemos la tierra de amor!