Hermano rugiente Xiangcheng Hermano rugiente
El 7 de septiembre de 2011, el internauta "Zhoukouren 2008" publicó en el Foro Dahe de Dahe.com que alrededor de las 5 pm del 6 de septiembre de 2011, Liu Jianli, subdirector de la Oficina del Comité Permanente del Congreso Popular de la ciudad de Xiangcheng, debido a un problema con el asiento de su hijo, condujo ebrio hasta el campus de la escuela secundaria número 2 de Xiangcheng, encendió la cabeza del director y rugió impuramente. El director lo vio bebiendo y se quedó con Smiley, tratando de persuadirlo para que fuera a la oficina, pero él no quiso ir. También trató de persuadirlo para que volviera, pero él tampoco quería. Como resultado, los estudiantes no pudieron asistir a clases y los maestros no pudieron trabajar. La publicación también adjunta un video de 24 segundos. Al abrir el video, se puede escuchar claramente la voz de un hombre de mediana edad que dice: "Nadie ganará, veamos qué pasa".
Esta vez, el subdirector Liu irrumpió en una escuela secundaria local después de estar borracho, pronunció palabras vulgares e hizo una pelea durante una hora, y los internautas lo llamaron "el 'hermano rugiente' más increíble de la historia". . Este asunto ha atraído la atención de los departamentos locales pertinentes. Actualmente, Liu Jianli ha sido destituido de sus funciones administrativas y transferido del Congreso Nacional del Pueblo. La Comisión Municipal de Inspección Disciplinaria ha dado a Liu Jianli una seria advertencia dentro del partido. El internauta "Southern Sky Under" dijo: "A las 5 de la tarde, es hora de despertarse del vino. Además, si tiene que arreglar asientos para su propio hijo, no debe hacer esto".
El internauta "Morning Wind" dijo que la calidad de los funcionarios es preocupante.
El internauta "Luwei 1" dijo: "Este cuadro del Congreso Nacional del Pueblo puede ser llamado el 'Hermano Rugiente' más asombroso en la historia de Xiangcheng. Para esas personas, no importa la edad que tengan, deben ser "En realidad, el prestigio oficial va en aumento. Estos cuadros tienen poca autoridad pero mucha autoridad. El síndrome del prestigio oficial daña la imagen de los funcionarios y hiere el corazón del pueblo".