Canciones y poemas sobre profesores

1. "Gracias, maestra"

Eres la estrella de la mañana en la noche.

Tú eres el cielo despejado durante el día.

Eres la brisa bajo el sol abrasador.

Sois el alero bajo la lluvia.

Vosotros sois el mar;

Vosotros sois las montañas y los ríos.

Has moldeado mi alma.

Eres un cohete que transporta satélites.

Tú eres la brújula en el mar.

Eres muy dedicado,

Pagas.

Eres nuestro maestro más querido.

2. La maestra más bella

Quiero cosechar la brisa,

Me diste toda la primavera.

Quiero sostener una ola,

Me diste todo el océano.

Quiero coger una hoja verde,

Me diste todo el bosque.

Quiero besar un copo de nieve,

Me diste todo el mundo plateado.

Tú floreciste en el punto más alto,

Yo también regalé todos los momentos más hermosos a mis alumnos.

Una pérdida te hace eterna por la belleza inolvidable.

Esa hermosa mañana y el desvanecimiento,

¡Se ha quedado grabado en mi corazón para siempre como una foto antigua!

3. “Gracias, profesora”

Una pizarra,

Una plataforma de un metro de altura.

Este es el mundo en el que pasas tu vida.

Nosotros prosperamos en tu mundo.

Un trozo de tiza,

en la mano.

Se convierte en palabras en la pizarra,

Se ha convertido en conocimiento en nuestra mente.

Un puntero,

frente a ti.

Seguir bailando,

inculcar en nuestros corazones los principios de la vida.

4. "¡Eres tú! Maestro

¿Quién es, guiándonos a los ignorantes al aula espaciosa,

enseñándonos una gran cantidad de conocimientos?

¡Eres tú!

Con tu arduo trabajo y sudor,

Cultiva las tiernas plántulas que recién emergen del suelo.

Sí. ¿Quiénes somos?

La educación debe ser considerada y útil.

¡Eres tú!

¡Tu cuidado es como una cálida brisa primaveral! nos calienta el corazón.

¿Quiénes somos los jóvenes?

¿Eres tú? ¡Maestro!

5. >A lo largo del calor y el caos del verano.

A lo largo del caos del verano,

Revisita los recuerdos del pasado

Por amor y respeto por el. registre,

Vino silenciosamente

Como un maná largo,

Se siembra en nuestros corazones

Como un barco a la deriva. ,

encuentra su puerto de amarre, esta vez,

caminó por el palacio del conocimiento

sonriendo bajo la luz,

miró hacia atrás. de repente

Tu elegancia, tu.

Volando en el cielo blanco

Por fin ha llegado el momento sagrado,

Me levanto. al borde del tiempo

Grita fuerte:

Maestro, ¡gracias por tu arduo trabajo!