¿Cómo eliminaste o aliviaste una espina de pescado atascada en tu garganta?
Primero, cuando tengas la garganta atascada de espinas de pescado, puedes beber vinagre para ablandar las espinas de pescado. Accidentalmente tragué una espina de pescado antes y se ablandó después de beber vinagre de sidra de manzana porque el vinagre contiene ácido acético y las espinas están hechas de carbonato de calcio. Cuando el carbonato de calcio se encuentra con el ácido acético, se producirá una reacción química que puede corroer el carbonato de calcio de las espinas de pescado, provocando que las espinas se ablanden y desaparezcan. Pero no bebas demasiado vinagre. Comer demasiado vinagre puede irritar fácilmente las heridas, corroer el esófago y provocar edema. Este método puede eliminar huesos pequeños y poco profundos, pero los huesos de pescado más grandes y duros pueden penetrar más profundamente e incluso perforar el esófago o los vasos sanguíneos principales, así que asegúrese de ir al hospital.
En segundo lugar, levanta la cabeza para beber agua y lavar las espinas del pescado. Algunas pequeñas espinas de pescado se quedan atrapadas en la garganta y son inofensivas para el cuerpo humano. Sin embargo, si no se tratan, pueden causar dolor en la garganta e incluso penetrar en la carne, con graves consecuencias. De hecho, esta situación es fácil de solucionar. En este momento, sólo es necesario levantar la cabeza y beber un vaso de agua para eliminar las espinas del pescado en el tracto digestivo. Las espinas pequeñas de pescado no afectan el tracto digestivo y pueden excretarse del cuerpo junto con el metabolismo.
En tercer lugar, tosa fuerte para sacar las espinas del pescado. Algunas espinas de pescado no son fuertes y, aunque no se pueden quitar con la mano, aún así pueden causar molestias. De hecho, siempre que tosas fuerte y luego vomites, puedes toser las espinas del pescado. Si la espina de pescado es muy profunda, sólo puedes buscar la ayuda de un médico, quien utilizará un laringoscopio electrónico para extraerla.
En la vida, cuando comemos, debemos masticar lentamente y tratar de no hablar para evitar que la comida se quede atascada en la garganta.