Plantilla de ensayo sobre los secretos de la infancia.
"El Secreto de la Infancia" es obra de María Montessori. En este libro, ella describe vívidamente el desarrollo y crecimiento de los niños. A partir de este libro, podemos darnos cuenta del impacto negativo de los adultos en el desarrollo psicológico de los niños y, por lo tanto, proponer que el proceso de educación de adultos es el proceso de comprender y liberar plenamente a los niños. Los adultos pueden verdaderamente educar a los niños sobre la premisa de respetarlos y comprenderlos. "El secreto de la infancia" ha hecho una gran contribución a la educación preescolar actual. Los propios niños tienen un potencial de desarrollo infinito, y el papel de los maestros es afirmar y explorar plenamente el potencial de los niños. Un niño es un individuo completo con una personalidad independiente. Los profesores deben proteger la personalidad independiente de los niños. Sólo respetando verdaderamente a los niños podremos moldearlos verdaderamente.
En primer lugar, se ajusta a las características y leyes del desarrollo físico y mental de los niños.
Montessori señaló que existen dos etapas embrionarias en la vida de una persona. El período embrionario exclusivo de los humanos es el período embrionario psicológico, que comienza en el período neonatal. Durante el período neonatal, los niños se encuentran en un estado pasivo e inconsciente de recibir estimulación externa. Los adultos brindan especial cuidado a los niños durante este período. Por tanto, la esencia de la "educación" es promover el crecimiento psicológico de los niños, no el desarrollo intelectual. Montessori creía que el potencial de los niños es ilimitado y que el "potencial" que tienen es esencialmente diferente del "instinto" de la existencia animal. Cuando los animales son jóvenes, podemos ver cómo son cuando crecen: un león feroz, un gorrión tímido, un buey sencillo y honesto. Hay una gran diferencia entre la mente de un niño y el instinto de los animales. La mente de un niño suele resultarle impredecible. Los niños se liberan del control instintivo que existe en los animales y galopan en un espacio cada vez más amplio. Cada niño es un individuo y se desarrollará en su propia dirección. Lo que los adultos deben hacer es crear el espacio adecuado para su desarrollo. Para lograr el desarrollo del potencial de los niños, debemos crear un ambiente adecuado para alentar y ayudar a que el potencial de los niños se transforme en realidad, y el individuo y su entorno se promuevan mutuamente. Sólo mediante el uso de métodos científicos para explorar las demandas del desarrollo psicológico de los niños y la creación de un entorno adecuado para el desarrollo del potencial de los niños se podrá lograr el desarrollo ilimitado del potencial de los niños.
Montessori explica los períodos sensibles del desarrollo psicológico de los niños de esta manera: Hay varios períodos específicos en el desarrollo psicológico de los niños llamados períodos sensibles. Durante el período sensible, la mente del niño desarrolla una habilidad mágica y el cuerpo y la mente del niño se desarrollan rápida y naturalmente. Sin embargo, los períodos sensibles son sólo temporales, al igual que los términos solares del año. Si se omite, el desarrollo psicológico del niño se retrasará y este retraso será difícil de compensar. Los niños necesitan aprender a autocontrolarse y explorar qué dominar durante este período tan delicado. Es la sensibilidad de los niños la que les da un deseo particularmente fuerte de explorar el mundo exterior. Durante el período sensible, los niños aprenden cosas nuevas y están ansiosos y entusiasmados con su entorno. Cada éxito que experimenta un niño fortalece aún más su propia fuerza. Sólo cuando se logran los objetivos del período sensible los niños se sentirán cansados y aburridos. En sus observaciones de los niños, Montessori descubrió el período sensible de la inteligencia, el sentido del orden, la marcha, el sentido del ritmo y la observación de los niños. Como educadores de la primera infancia, debemos aprovechar el período sensible, cumplir con las características y leyes del desarrollo físico y mental de los niños y brindar la orientación adecuada para prevenir el fenómeno de "retrasar la oportunidad" y "promover los síntomas" en la educación.
En segundo lugar, crear un entorno adecuado para el crecimiento de los niños
Montessori muestra que la educación debe ser capaz de garantizar el desarrollo físico y mental normal de los niños, y ser capaz de adaptarse al desarrollo de los niños y proporcionarles una educación adecuada. capacitación. . La educación puede hacer realidad el desarrollo natural de un niño, moldeando y fomentando sus características naturales. Montessori señaló que la educación preescolar debe seguir dos métodos: "práctica repetida" y "libre elección". El entorno en el que crecen los niños es un "entorno preparado" en el que logran un desarrollo libre, ordenado, bello y seguro. Los profesores no sólo interactúan con los niños, sino que los profesores y los niños también interactúan con el entorno que los rodea. Un entorno adecuado puede crear un sistema educativo adecuado, y un buen entorno puede promover el crecimiento normal del cuerpo y la mente de los niños. Desde el sistema educativo Montessori podemos comprender profundamente que el medio ambiente puede desempeñar un papel vital en la educación.
El crecimiento de los niños debe seguir sus propias leyes naturales, crear un buen ambiente de crecimiento para ellos, permitirles acumular su propia experiencia de vida y maximizar su potencial. Los niños desarrollan buenos hábitos como la independencia, la confianza y la concentración en un ambiente armonioso y feliz, sentando una base sólida para la vida futura. La filosofía educativa de Montessori ha tenido un profundo impacto en la educación preescolar actual. Como decía Montessori, si un niño quiere crecer y desarrollarse felizmente, los adultos no deben reprimirlo. El papel de los adultos no es determinar el desarrollo del niño, sino adaptarse mejor a él. Como maestros de jardín de infantes, debemos bajar la cabeza con humildad, conocer y comprender verdaderamente a nuestros hijos y dejar que nuestros hijos se conviertan verdaderamente en personas independientes y saludables.