Su Ziman luchó contra el cáncer gástrico durante 8 meses, y cuando finalmente apareció en su lecho de muerte, todavía era optimista. ¿Qué tan inspiradora es su vida?
Su Riman todavía luchaba activamente contra el cáncer y actuaba antes de su muerte. Su Riman quedó realmente conmovido por todo tipo de acciones inspiradoras. Participó en numerosas actuaciones de gran escala y también fue nombrada joven bailarina. Le ha encantado bailar toda su vida, quizás porque es de Mongolia Interior. A la bella Su Riman le encantaba bailar desde que era niña, pero su vida se detuvo a los 28 años. Su carrera iba bien, pero su destino fue muy injusto. Obtuvo certificados médicos de cuatro hospitales. Ser diagnosticado con cáncer terminal fue como un rayo caído del cielo para la joven Su Ziman, pero afortunadamente ella era optimista. Su Ziman dijo una vez que no tenía forma de determinar la duración de su vida, por lo que tuvo que trabajar duro para ampliar la amplitud de su vida. Esas palabras también conmovieron a innumerables internautas. Se dice que cuando Su Ziman actuó por última vez, ya estaba muy delgada, pero aún sonreía frente a la cámara.
Su Ziman se ríe de su enfermedad y su optimismo no tiene paralelo. De hecho, para los jóvenes es muy doloroso contraer cáncer. No sólo el niño sufre, sino que los padres también tienen que soportar la presión de que una persona de pelo blanco regale a una persona de pelo negro. Aunque la vida de Su Riman se arregló a la edad de 28 años, los internautas aún recuerdan su actitud optimista y positiva hacia la enfermedad. En Su Ziman vemos la actitud de la generación posterior a los 90 hacia la vida y la muerte. Todos tememos a la muerte, pero lo que más importa es la actitud que debemos adoptar. Cuando Su Riman se preparaba para someterse a quimioterapia y afeitarse la cabeza, se reía y lloraba, diciendo que parecía un pequeño huevo estofado. Cuando mostró su video de baile a los internautas, ella todavía se rió, pero su baile fue tan hermoso que lloramos cuando lo vimos.
Todos moriremos algún día, pero lo más importante es qué actitud debemos adoptar para afrontarlo. Deberíamos aprender de Suliman, ser más optimistas y sonreír un poco. Aunque el mundo me bese con dolor, todavía tenemos que devolverle el canto.