¿Tienes que casarte en casa?
¿Hay que casarse en casa?
No es necesario casarse en casa propia, en casa alquilada o en casa proporcionada por familiares y amigos, siempre y cuando se hable con antelación.
En las costumbres existen diversos dichos. Algunas personas dicen que no puedes prestar tu nueva casa a otras personas para casarse, de lo contrario tu suerte será suprimida por la nueva persona que viva en ella en el futuro. Si continúas viviendo con gente nueva, nunca tendrás un futuro brillante. Otra teoría es completamente contraria, afirma que prestarlo a otros para casarse es un acontecimiento feliz y la casa se llena de alegría, lo cual es un buen augurio. Pero no importa cuál, no dice que sea desafortunado no casarse en tu propia casa.
Estas declaraciones no tienen una fuente confiable y dependen enteramente de los pensamientos y conceptos de las partes involucradas. De esto se desprende que si es necesario casarse en tu propia habitación, lo más importante es negociar bien con los familiares y amigos que alquilan la casa, con el propietario y, lo más importante, con tu pareja.
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¿Se puede prestar el salón de bodas a otras personas para que contraigan matrimonio?
Mito 1: En algunos lugares hay un dicho que dice que habrá gases fetales en el salón de bodas. Si se lo presta a otras personas para casarse, se contaminará con otros alientos, lo que no favorece la acumulación de gases fetales. Además, aunque el matrimonio de otras personas también es un acontecimiento feliz, es demasiado ruidoso y no es bueno para los gases fetales. Por lo tanto, no favorece el embarazo y el parto de la propietaria de la vivienda.
Argumento 2: Los chinos son muy exigentes en no dar nada a los demás cuando se casan. Deben comprar cosas que otros no usan, de lo contrario será desafortunado. ¿Dónde puedo prestar una sala de bodas a otras personas para que se casen? Lo que es aún más extraño es que la persona tomó prestada la sala de bodas de otra persona. Si no tienes una casa para casarte, puedes quedarte en un hotel o alquilar una casa, pero no puedes conseguir un préstamo para casarte. Al igual que tu esposa no puede contarte la verdad.
Mito 3: No seas supersticioso. Si prestas tu casa a otros, otros no cuidarán la nueva casa como tú. Si hay contradicciones, no quedará bien.