El autor de una obra con una forma única y un espacio continuo.
Esta escultura es una de las esculturas más tradicionales de Boccioni y tiene la relación más concreta con sus pinturas. La obra crea una forma humana sin cabeza ni manos, mostrando continuidad mientras la figura camina. La figura pavoneándose se compone de superficies curvas flotantes esculpidas en bronce, como si el cuerpo flotara hacia atrás en un rápido movimiento hacia adelante. El volumen de la superficie curva no está limitado por el cuerpo humano real y básicamente se mueve en un plano bidimensional, transformando aparentemente las figuras pintadas en relieves. Boccuni adopta en sus creaciones las características formales de la fotografía analítica dinámica. Esta imagen es en realidad la sensación intuitiva de mirar el cuerpo humano desde cierta distancia. En estética perceptual, es un cuerpo humano muy completo, poderoso y continuo.