Las azafatas se dirigen al hotel nada más bajar del avión. ¿Por qué no se van a casa?
El trabajo de una azafata es volar a diferentes países y ciudades, y la oportunidad de regresar a casa es extremadamente rara. Por eso las aerolíneas reservarán hoteles cercanos para cuidarlos. Además, habrá presión e infelicidad en el trabajo, pero no puedes desahogar tus emociones, por lo que solo puedes desahogarlas con tus colegas, porque tienes que mantener un buen humor y cuidar bien a tus invitados.
Por eso, los asistentes de vuelo se sentirán especialmente cansados después de un día de vuelo. Al ir al hotel, necesitan darse una ducha y descansar un poco. Las aerolíneas suelen hacer arreglos para que dos asistentes de vuelo compartan una habitación, lo que no solo ahorra dinero, sino que también permite a los asistentes de vuelo tener un buen ambiente de descanso. Es lindo para ellos estar juntos. Pueden intercambiar trabajo por un día y expresar sus sentimientos.
Cuando volamos a otros lugares por viajes o negocios, podemos ver a las azafatas que son glamorosas y sonrientes, atendiendo a cada cliente, pero pocas personas pueden entender la amargura y el trabajo duro detrás de ellos.