¿Soy responsable del alquiler de una propiedad residencial con exceso de formaldehído?
Las normas nacionales actuales exigen que la concentración de formaldehído en ambientes interiores sea inferior a 0,1 mg/m3. El exceso de formaldehído puede causar daños al cuerpo humano. Daños relativamente menores pueden manifestarse como picazón en la piel, erupción cutánea, fotofobia, lagrimeo, sensación de ardor, conjuntivitis, queratitis, etc. La intoxicación grave por formaldehído puede provocar bronquitis, indigestión, opresión en el pecho, dificultad para respirar e incluso síntomas psiquiátricos y neurológicos. La intoxicación crónica a largo plazo por formaldehído también puede afectar la función hepática y renal, provocando insuficiencia hepática. Además, también puede afectar la función del sistema hematopoyético, provocando leucopenia o trombocitopenia y, en casos graves, puede producirse leucemia.