El caos higiénico en los hoteles es interminable.
Por eso, estos lugares públicos, ya sean hoteles o restaurantes, deben ser bien inspeccionados y gestionados. Si se descubren problemas de higiene y seguridad alimentaria, toda la empresa puede correr el riesgo de quiebra, lo que tendrá un impacto negativo tanto en los consumidores como en los vendedores.
De hecho, varias industrias han enfatizado las cuestiones de seguridad y salud. El hotel es donde nos alojaremos temporalmente. Aunque pueden brindar a los clientes algunos servicios superficiales, como cambiar las toallas de baño con regularidad, pueden limpiar el piso con toallas de baño en lugares donde los clientes no pueden ver. En realidad, este comportamiento es muy antihigiénico, pero existe en nuestras vidas. Por lo tanto, las empresas deben evitar fundamentalmente que ocurra este incidente. Si se descubre esta situación, la empresa debería despedir a dichos empleados y desarrollar algunas medidas de recompensa y castigo para alentar a los empleados a trabajar mejor.
De hecho, un gran número de hoteles imponen exigencias muy altas a sus empleados. En este proceso, la posibilidad de que se produzca este fenómeno se elimina de la fuente. Pero si la gestión no es buena y la rotación del capital no es buena, se puede contratar mano de obra más barata. No han recibido formación profesional y no saben lo suficiente sobre el asunto, pudiendo tener comportamientos inaceptables.