El rey de las entradas rebotadas (hasta la próxima)

Las entradas rebotadas son algo que muchas personas se han encontrado en sus vidas. Por ejemplo, usted programa una cita con un amigo para ver una película juntos, pero el amigo cancela el plan temporalmente por algún motivo, o usted programa una cita para viajar, pero el grupo turístico cancela el viaje temporalmente por algún motivo. En este caso, nos encontraremos con el rey de los gorilas; hasta la próxima.

El gorila es una existencia muy problemática, porque siempre cancela planes en el último momento, haciendo que nuestros planes se desperdicien. Entonces, ¿cómo lidiar con el portero? A continuación se muestran algunas formas de lidiar con los gorilas.

Método 1: Confirmar de antemano

Antes de acordar un plan con el gorila, debemos confirmar de antemano si tiene el tiempo y la capacidad para completar el plan. Por ejemplo, podemos preguntarle si tiene otros arreglos o si necesita nuestra ayuda. Confirmando con antelación podremos evitar cancelaciones de última hora.

Método 2: Llegar a un acuerdo claro

Al acordar un plan con el portero, debemos acordar una hora y un lugar claros. Por ejemplo, podemos acordar una fecha y hora específicas, o una ubicación y método de transporte específicos. Al dejar claro el acuerdo, podemos evitar la cancelación de planes debido a que la hora y el lugar no están claros.

Método tres: plan de respaldo

Al acordar un plan con el portero, debemos preparar un plan de respaldo. Por ejemplo, si acordamos ver una película juntos, pero la persona que cancela el boleto cancela el plan con poca antelación, podemos preparar un plan de respaldo, como ir a cenar o hacer compras juntos. Al tener un plan de respaldo, podemos evitar perder tiempo y energía en tickets rebotados.

Método 4: Cíñete a los principios

Al acordar un plan con el portero, debemos ceñirnos a nuestros propios principios. Por ejemplo, si el portero ha cancelado el plan muchas veces, podemos negarnos a acordar el plan nuevamente o pedirle que brinde una explicación y una compensación razonables. Si nos atenemos a los principios, podemos evitar que los gorilas nos engañen repetidamente.