Bacterias brillantes supermodelo

En opinión de todos, las modelos deben tener rostros hermosos, rostros altos, cuerpos perfectos y piernas delgadas. Sin embargo, no todas las supermodelos son hermosas: la notoriamente fea Lu Yan se convirtió en la primera supermodelo internacional de China. Lo "feo" aquí se refiere a su frustración y burla. Aunque ha fracasado innumerables veces, todavía avanza con firmeza.

La fama inicial no le trajo afirmación, sino una serie de dudas y burlas. Algunas personas incluso piensan que esto afectará a la estética de la ciudad. Si no eres reconocido, tienes que lograr logros para demostrar tu valía. Lu Yan no se desanimó y se fue sola a Francia en busca de habilidades como modelo. Una joven de 19 años llegó a un país extraño sin dinero, con dificultades de comunicación y en un lugar desconocido. Descubrí que la comunidad internacional no es tan hermosa como ella imaginaba y que el camino hacia el modelaje no es tan simple como ella imaginaba.

Durante el día, realiza una docena de entrevistas diarias utilizando un traductor rápido. Cuando tiene hambre, sólo puede comer huevos duros. Recién a las 22 horas puedo regresar a la casa de alquiler con unos pocos metros cuadrados. Nadie podía entender las dificultades detrás de ella. El destino nunca será totalmente responsable de quienes trabajan duro. Cuando otros tenían miedo del frío, ella usaba una fina falda de invierno para luchar. Cuando a otros les resulta problemático e impaciente, ella será paciente y meticulosa, cooperando con el fotógrafo en varias poses. Los fotógrafos elogiaron al dedicado y trabajador Lu Yan. A pesar de todas las dificultades, Lu Yan las superó una por una y milagrosamente echó raíces en Francia.

Además de su especial rostro oriental y su arduo trabajo, también atrajo el mercado de la moda en París, Francia, y las invitaciones laborales llegaron una tras otra. Tome fotografías para VOGUE, vaya a Dior para ver desfiles de moda, luego fotografíe éxitos de taquilla y haga anuncios de promoción de marcas. En aquella época, esta chica de rostro oriental rápidamente se hizo popular en París. Desde una chica de campo hasta la construcción de su propia marca, Lu Yan experimentó reveses y burlas en el camino. Aunque falló innumerables veces, aun así avanzó con firmeza.