Apreciación del bonsái de jazmín
Al jazmín de invierno le encanta la luz, es tolerante a la sequía y al frío, y no tiene requisitos estrictos de suelo. Es adecuado un suelo franco arenoso neutro y bien drenado, y también puede adaptarse a suelos ligeramente ácidos o ligeramente salinos-alcalinos, pero no tolera el agua estancada. El bonsái de jazmín se puede mezclar con saprolita y marga, o tierra de huerta cocida, rica en nutrientes y de textura suave, adecuada para el crecimiento y desarrollo del bonsái de jazmín.
El bonsái de jazmín de invierno debe podarse para ajustar el vigor del árbol, conservar los nutrientes, distribuir uniformemente las ramas y dejar la copa limpia y hermosa. Lo más importante es facilitar más flores. Si el momento para podar las flores de jazmín es apropiado es una parte clave del cultivo de flores de jazmín.
Los botones florales del jazmín de invierno se forman en las ramas durante el primer año y no se deben podar en otoño e invierno. Si podas en esta época, las ramas con capullos formados en verano se cortarán, por lo que no florecerán flores. El momento de poda más adecuado para el bonsái de jazmín es dentro de los 10 días siguientes a que todas las flores se hayan marchitado y queden dos o tres cogollos en cada rama.
Poda el bonsái de jazmín de invierno una vez que florezca en primavera. Corta todas las ramas del año en curso, dejando 1-2 agujeros para los dientes. Después de crecer por un período de tiempo, pode nuevamente y corte las ramas débiles de acuerdo con la simetría de las ramas de la corona. Si las ramas crecen demasiado rápido, puedes volver a cortarlas a finales de marzo o principios de abril. Después de que crezcan los dientes laterales, aplica un diente lateral según la dirección de crecimiento de las ramas.
A principios de junio, corte las ramas verticiladas, las ramas invertidas y las ramas superpuestas que no necesiten ser retenidas. Las ramas que sean demasiado densas deben aclararse adecuadamente para facilitar la transmisión de la luz. La poda y poda del bonsái de jazmín debe hacer que las nuevas ramas sigan estrictamente las leyes naturales del crecimiento de las plantas, reflejando plenamente la combinación de la belleza natural y la belleza artificial de la planta.
Después de dos o tres años de poda y cultivo, aparece frente a nosotros un antiguo y colorido bonsái de jazmín. Una vez finalizada la forma, se deben recortar el exceso de ramas y hojas cada año para mantener la forma del árbol sin cambios.