Viajar es un buen maestro.

Viajar es un buen maestro

En general, a todo el mundo le gusta viajar. Los viajes son nuestro mejor maestro porque podemos aprender mucho de ellos.

Por ejemplo, yo fui el verano pasado. Tenía un paisaje fantástico, pero lo más importante es que aprendí mucho sobre los parques nacionales. Un ejemplo de ello es Smoky, un adorable cachorro que nos enseña a no quemar el bosque. Los bosques quemados son testigos de todo ello. Las aguas termales nos dan una idea de la energía geotérmica que se encuentra debajo de la corteza terrestre, que está formada por enormes cantidades de roca fundida. La Fuente Old Faithful es una de ellas.

En estos casos, viajar es el mejor maestro. Podemos saber más que solo leer porque estamos expuestos a ello. Lo vemos. Lo sentimos justo frente a nosotros. Como dice el refrán, las cosas reales siempre duran más que los libros. Si no entiende, siga haciendo preguntas.