En un día propicio, encuentre la capa de masilla en la pared.
Retirar la capa de masilla suelta
Utiliza una pala para retirar suavemente la capa de masilla de la pared. Para piezas rebeldes, un martillo pequeño puede resultar útil. Recuerda, siempre que la pared sea maciza y no hueca, podrás conservar la base original.
Limpiar las paredes
Cepille el polvo y las manchas de aceite de la superficie para que las paredes vuelvan a estar limpias.
Reparar daños
Utilice masilla resistente al agua para reparar las áreas dañadas locales y garantizar que la superficie de la pared quede tan lisa como nueva.
Aplicar imprimación
Después de que la masilla haya curado y secado, aplique imprimación 1-2 veces y cúbrala completamente para evitar omisiones.
El acabado perfecto
Después de que la imprimación se haya secado, aplica dos capas de acabado. Preste especial atención para evitar el exceso de agua, especialmente con pinturas oscuras, para evitar colores flotantes o irregulares.