Este exquisito retrato representa a la noble y tranquila Cecilia Galerani, la querida amante de Ludovico Chifusa, duque de Milán. Más tarde, la obra fue repintada por una persona anónima y el ambiente hostil se hizo aún más fuerte. En cualquier caso, el hermoso rostro y las manos de Cecelia están obviamente escritos por el maestro. Además, Leonardo da Vinci dio vida a este elegante y agresivo ratón plateado. El tratamiento de la luz y la oscuridad es el aspecto más llamativo de este retrato. La luz y la sombra resaltan la elegante cabeza y el suave rostro de Cecelia. Leonardo da Vinci teorizó con frecuencia sobre las fuentes de luz que iluminaban rostros humanos en interiores. Además, Leonardo da Vinci se opuso al fuerte contraste entre luces y sombras. Utilizó el método de luces y sombras [el equilibrio de luces y sombras] para crear la ilusión de iluminación indirecta. La llamada iluminación indirecta significa que la luz se refleja en la pared o en la pantalla. Esta teoría ahora se considera muy moderna y coincide con los métodos utilizados por los fotógrafos actuales. Desafortunadamente, las intenciones de Leonardo fracasaron más tarde. Una ventana que pintó en la esquina superior derecha del cuadro fue bloqueada como fuente de luz, arruinando así la silueta de la figura.
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Robar a Leonardo da Vinci: Ma Shu, un famoso ladrón, se unió en prisión a un grupo internacional de robo de cuadros. Tan pronto como obtiene la libertad condicional, la organización le asigna un "trabajo" para recuperar la inestimable obra maestra de Leonardo da Vinci "La mujer del armiño", codiciada por clientes de todo el mundo. Esta pintura es el tesoro del Museo Polaco. Acababa de ser expuesta en Japón y ahora estaba de regreso a Polonia, bajo estricta protección policial. Para conseguir una enorme recompensa, Mashu buscó la ayuda de Julian, un viejo aliado que resultó ser policía, y quiso robar el famoso cuadro sin que nadie se diera cuenta. Por ello, invitaron al maestro pintor Hagen y a su nieta, Ma Da, que tenía mucho talento en la reproducción, a pintar una réplica casi auténtica. Pero Julian, que tiene sentido de la justicia en este momento, espera que el famoso cuadro pueda permanecer en Polonia para siempre...