¿Pueden los niños comer yemas de huevo?
Se pueden dar yemas de huevo a los niños. Generalmente, a partir de los cuatro meses de nacido, las madres pueden utilizar las yemas de huevo como alimento complementario para sus bebés. La yema de huevo tiene un alto valor nutricional y además es un alimento muy fácil de digerir, muy adecuado para que los intestinos y estómagos inmaduros de los niños lo absorban y digieran. Dale a tu bebé menos comida al principio y luego añádela poco a poco.
La yema de huevo es muy rica en vitamina A, lo que es de gran ayuda para el desarrollo de la visión de los niños. La yema de huevo también contiene muchos nutrientes y algo de hierro beneficiosos para la salud. Los niños que comen yemas de huevo con regularidad no sólo pueden complementar el hierro, sino también promover su crecimiento y desarrollo.
La dieta de los niños debe ser preparada cuidadosamente por la madre y los ingredientes deben ser frescos. La comida que ingieran debe ser lo más ligera posible y no demasiado grasosa. Además, necesitan una combinación de carne y verduras para que puedan tener una nutrición equilibrada y no provocar que a los niños les falten algunos oligoelementos.