¿Qué hacer si estás nervioso?

1. Esté completamente preparado antes de hablar

El nerviosismo durante un discurso es una señal de confianza. Si un orador se ha preparado y practicado completamente antes de hablar, cuanto más se prepare y practique, más confianza tendrá. Además de estar completamente preparado en términos del contenido del discurso, también debes estar cuidadosamente preparado en términos de ropa. Elige ropa que pueda mejorar fácilmente tu imagen general y tu vitalidad, y trata de ser lo más inteligente posible. Mejora tu confianza en ti mismo vistiéndote para mejorar tu apariencia.

2. Respira profundamente antes de hablar.

Una vez que estamos nerviosos, nuestros latidos del corazón se acelerarán, lo que aumentará el suministro de oxígeno, hará que todo el cuerpo se caliente fácilmente. y también puede hacer que la mente se quede en blanco. Antes de hablar formalmente, respire profundamente repetidamente para reducir su ritmo cardíaco y permitir que todas las funciones corporales vuelvan a la normalidad, y su pensamiento también se recuperará.

3. Haz flexiones antes de hablar.

Es posible que estés demasiado nervioso como para respirar profundamente para ajustar los latidos de tu corazón, así que puedes buscar un lugar donde no haya nadie y hacer algunas flexiones para distraerte haciendo flexiones para que tú también lo estés. cansado de concentrarse. Este ajuste puede aliviar rápidamente la tensión.

4. Relaja deliberadamente los músculos de todo el cuerpo.

Cuando estás nervioso, los músculos de todo el cuerpo se estiran fácilmente. Antes o durante un discurso, puedes aconsejarte psicológicamente relajarte y realizar masajes desde tu cerebro hasta tu cuello, desde tus brazos hasta tu cuerpo y luego hasta tus piernas. Utilice este enfoque de arriba hacia abajo para relajar todo el cuerpo y los músculos.

5. Reduce el ritmo y presta atención a las pausas

Es fácil cometer errores cuando estás nervioso, y una vez que te equivoques, acelerarás la tensión y entrarás en una situación viciosa. círculo, lo que no favorece la actuación inmediata del orador. En este momento, el hablante puede reducir la velocidad de su discurso y, a veces, hacer una pausa para aumentar su tiempo para pensar y adaptarse. Una vez ajustado, no cometerá errores. Si no comete errores, aumentará su confianza en sí mismo y entrará en un círculo virtuoso.

6. Menospreciar las actitudes de los demás hacia sí mismos.

La tensión viene de uno mismo. Si te importan los resultados, lo que los demás piensan de ti, lo que los demás dicen de ti a tus espaldas y lo que los demás dicen de ti, estarás muy nervioso.

En este sentido, el hablante puede seguir insinuando que dijo algo mal o que lo dijo mal, y como mucho será criticado por los demás. Dentro de unos días no podrá recordar ninguna de estas cosas. No sólo perderá dinero sino que también ganará experiencia, y su próximo discurso seguramente será mejor que este. Esto te hará sentir mucho más relajado y aliviará naturalmente tu tensión.