La personalidad de Darfur

Darfur es el personaje central de la comedia Darfur de Molière. Es un representante de la aristocracia feudal y de las fuerzas eclesiásticas, y un típico mentiroso religioso. El rasgo más destacado de su carácter es la hipocresía. En la superficie, guarda secretos sobre las mujeres, pretendiendo ser hipócrita, pretendiendo ser un "santo" que ha abandonado todos los deseos humanos, pero en realidad es un completo mujeriego en la superficie, es un asceta, pretendiendo serlo; un creyente devoto, pero en realidad es glotón y nunca pierde las oportunidades mundanas; en la superficie no ama el dinero, pero en realidad se esfuerza por perseguir todas las propiedades de Orgon. Otra característica del carácter de Dardav es la astucia y la astucia. Cuando Damis lo expone, primero retrocede, admitiendo ante Orgon que es "un pecador, un cabrón odioso", mientras que al mismo tiempo se defiende atacando y haciéndose pasar por un creyente devoto insultado y acusando falsamente a otros. Como resultado, Damis fue privado de sus derechos de herencia y desalojado de su casa, pero cambió el rumbo y convirtió la derrota en victoria. Darfur también tiene características brutales y crueles. Después de que su hipocresía y sus malas acciones quedaron expuestas, su feo rostro quedó expuesto. En ese momento, su rostro feroz quedó completamente expuesto y usó todos sus trucos venenosos para incriminar a Olgon. Llevó el "contrato" a los tribunales y presentó una demanda, lo que obligó a Orgon a perder todo su dinero. También denunció a Orgon como prisionero político, arruinó su reputación y rápidamente lo mató.

El hipócrita, astuto y cruel Dardauf es la encarnación de los males de la sociedad francesa del siglo XX. A través de esta imagen, Molière encarnó la hipocresía de la Iglesia católica y la codicia y crueldad de la aristocracia feudal, exponiendo el engaño y el daño de la religión, que tiene un profundo significado social.