Entrevista con el director de Hurley
-La película comienza con una larga secuencia que desemboca en una estructura de flashback. ¿Por qué elegiste este enfoque narrativo?
-Siempre quise hacer una película que comenzara con un hombre colgado de un puente, que es una visión muy común en México. Este tipo de cosas se ven en los periódicos todo el tiempo. Quería ampliar esta escena, contar lo que pasó antes y descubrir los secretos detrás de los hechos. Detrás de esta escena, hay una trágica historia sobre la familia, la muerte y la violencia. Siento que este tipo de historia debería contarse. De lo contrario, la gente pensaría que el hombre colgado en el puente merecía la muerte.
-Tu estilo para esta película es muy directo y sencillo. En otras palabras, es duro.
-Mi fotógrafo, Lorenzo Hagerman, tiene muchos años de experiencia realizando documentales. Sabía cómo rodar una película sin iluminación. Además, para hacer la película más realista, también utilizamos lentes diferentes en la medida de lo posible. Al igual que Robert Bresson, rodamos la película utilizando muchos objetivos de distancia focal de 50 mm e incluso de 40 mm. Con una lente como esta, acércate lo más posible al sujeto y obtén una perspectiva humana. Además, el uso de una lente estándar hará que la gente preste más atención a la existencia del "marco" y permitirá que la audiencia obtenga un ángulo de visión más natural.
-Hay muchas escenas de tortura en "Hurley". ¿Por qué se rodaron así?
-Creo que esto es algo natural. En primer lugar, en México la violencia de todo tipo ocurre todo el tiempo. En segundo lugar, siento que la violencia en esta película está relacionada con mis trabajos anteriores. Dicho esto, la violencia es un elemento importante en mis películas. Dada esta narrativa, no sorprende que esas escenas de tortura aparezcan en esta película. Durante el rodaje, consultamos muchas noticias y utilizamos nuestra imaginación. De hecho, este tipo de disparos no es difícil de realizar, porque en México todo el mundo sabe que los pandilleros son turbios.
-Hay un nombre llamado "Hurley" en la película. ¿Este nombre proviene de tus mitos y leyendas?
-Ese no es el caso. Este nombre salió de un periódico cuando yo tenía diez años. En ese momento se publicó un breve artículo en el periódico. El título se llama "Hurley". Ese informe contaba la historia de una pelea entre una banda de gánsteres y la policía. Esta historia me impactó profundamente. Entonces, usé ese nombre en esta película.
-¿Disparáis todos de forma parecida?
-Sí, el propósito de esto es darme la sensación de “respirar el mismo destino” que la película. De esta manera puedo sentir el ritmo de la película y ordenar los innumerables elementos, tramas y pistas desde el principio. Sé qué tipo de persona soy, así que escribí un guión muy detallado, dibujé un guión gráfico detallado y solo comencé a filmar la película después de considerar cada toma. Incluso después de hacer tales preparativos, todavía hubo muchos problemas durante el rodaje. Cada día de rodaje es una aventura. Por supuesto, creo que este tipo de asunción de riesgos es positivo y positivo. Porque cada vez que terminamos un día de rodaje, avanzamos muchísimo en la narrativa, la historia, la trama. Cada día de rodaje tiene problemas diarios. A medida que nuestro equipo maneja estos problemas, la película adquiere cada vez más forma y mejora.