Introducción a la fotografía

Cuando escuché mi nombre resonando en el salón de clases, mi corazón inevitablemente latió con fuerza. Sosteniendo las notas de la conferencia, subí al podio familiar pero desconocido. A pesar de tener una rica experiencia como orador, frente a los ojos expectantes de las dos clases, el nerviosismo continuó aumentando. Pulí cada frase una y otra vez en mi mente, pero aún así miré el folleto sin darme cuenta.

Interpretando los misterios del conocimiento

La tiza en mi mano baila sobre la pizarra, intentando interpretar los misterios del conocimiento. La letra no es lo suficientemente buena y parece torcida bajo tensión. El micrófono está al alcance de la mano y el sonido es un poco áspero, pero aun así transmite la chispa del conocimiento con firmeza.

La alegría de ser reconocido

Después de la conferencia, rápidamente borré lo escrito en la pizarra y huí de regreso a mi asiento. Sin embargo, los comentarios entusiastas de mis compañeros de clase me hicieron sentir cálido y finalmente se reconoció mi ardua preparación durante varios días.

Respetar el esfuerzo de los profesores.

Solía ​​pensar que dar conferencias era pan comido, pero sólo cuando subí al podio comprendí profundamente las dificultades que había detrás. Tal vez algunos profesores de la universidad dependan del material didáctico o de las conferencias, pero todos trabajan duro para los cursos a su manera. Respetar las lecciones del profesor es también la manera de respetar el propio crecimiento.

El respeto y el amor de los estudiantes.

En clase, algunos estudiantes siempre están distraídos, pero recuerde que la mayor expectativa del maestro es ser respetado y amado por los estudiantes. Sus esfuerzos merecen nuestro respeto. Respetar las lecciones del profesor es también la manera de respetar el propio crecimiento.