El arte de la fotografía de cadáveres

Hay tres pasos que debe seguir un maquillador corporal para aplicar maquillaje corporal.

En primer lugar, el maquillador debe comunicarse con la familia del fallecido para comprender sus requisitos sobre el maquillaje y la vestimenta del fallecido, especialmente cuando se trata de cirugía plástica para el fallecido que murió de manera anormal. El maquillador necesita saber más. Sea detallado y específico.

Debido a que los restos de quienes murieron de manera anormal generalmente no pueden identificarse, es posible que hayan experimentado inundaciones, incendios o grandes impactos externos antes de su muerte. Permanecer como cuerpo requiere técnicas avanzadas para restaurar la memoria de un ser querido. A veces el cuerpo necesita ser reparado químicamente, a veces se utilizan materiales artificiales para reparar órganos y tejidos dañados y, a veces, el daño es tan grave que una persona debe ser "creada" por completo.

Luego, una vez finalizado el trabajo preliminar, los maquilladores comenzaron a limpiar y cambiar el cuerpo. El maquillador se puso ropa de trabajo, mascarilla y guantes, sacó el cuerpo del congelador y comenzó a limpiar el cuerpo del fallecido. La temperatura del agua caliente para limpiar el cuerpo debe ser de unos 45°C. Un agua demasiado caliente quemará la piel. Luego se quitó la ropa vieja, limpió el cuerpo del difunto de pies a cabeza con una toalla caliente y luego se puso la ropa nueva del difunto.

Finalmente, la maquilladora comienza a maquillar el rostro del cuerpo. A diferencia de las cosas que las niñas suelen necesitar para maquillarse, las herramientas utilizadas por los maquilladores corporales incluyen principalmente pintura al óleo, aceite blanco, paleta, lápiz de aceite, pinzas, peine, cortaúñas, navajas, etc. Los maquilladores que llevan muchos años en esta industria suelen ser muy hábiles y cuidadosos. El rostro del difunto ha cambiado del aspecto oscuro y seco del principio a uno pacífico y tranquilo, incluso los bordes y comisuras de la boca se delinean uno a uno.

Debemos respetar a estos esteticistas corporales que utilizaron su juventud y sus magníficas habilidades para dejar la última belleza a los difuntos. Espero que la sociedad entienda menos a estas personas y las entienda más. La industria funeraria no da miedo, es un trabajo sagrado.