Consejos para la fotografía de relámpagos
1. Presta atención a la seguridad
Al tomar fotografías de relámpagos, primero debes prestar atención a la seguridad. ¡No permanezca al alcance de un rayo o en terreno elevado, de lo contrario podría perder la vida!
2. Exposición prolongada
Como todos sabemos, los rayos aparecen de forma aleatoria e irregular, por lo que es imposible presionar el obturador cuando ves un rayo. Para solucionar este problema, haremos una exposición larga con los siguientes ajustes:
Configurar un trípode
En modo manual, configura la cámara en obturador B/obturador T.
Establezca el ISO en la configuración más baja, como ISO100 o 200.
Ajusta la apertura según la distancia del rayo, f/5.6 para rayos lejanos, f/8 para rayos medios y f/11 para rayos cercanos. Tome algunas fotos y sabrá qué apertura utilizó.
Enfoque a enfoque manual y enfoque infinito.
Al disparar, apunte la lente al lugar donde se espera que aparezcan los rayos (incluido el primer plano/el fondo), abra el obturador B/T y luego espere a que aparezca el rayo.
Recuerda que si hay luz en primer plano/fondo, tienes que calcular tú mismo el tiempo de exposición óptimo, ni demasiado largo ni demasiado corto.
3. Coordinación primer plano/fondo
Si solo se incluyen rayos, la foto puede volverse demasiado monótona. En este momento, podemos agregar un primer plano o un fondo a la foto para hacerla más poderosa. Ejemplos de primer plano/fondo son calles de noche, playas costeras, edificios emblemáticos, etc.
Ajustar el balance de blancos
Al igual que al disparar de noche, podemos añadir color al cielo nocturno ajustando el balance de blancos. Colores como el morado y el azul pueden agregar humor a tus fotos. Por supuesto, puedes ajustar el balance de blancos en casa después de grabar el archivo RAW.
Los rayos no ocurren con frecuencia, por lo que debemos prestar más atención a algunos lugares seguros donde se pueden fotografiar rayos entre semana. Si cae un rayo, ¡coge tu cámara y tu trípode y listo! Otra cosa es que a menudo llueve relámpagos. No olvide impermeabilizar la cámara cuando dispare, luego límpiela y guárdela en una caja a prueba de humedad para su mantenimiento.