Piedra del calendario azteca (piedra del sol)
La piedra mide 358 centímetros de diámetro, 98 centímetros de espesor y pesa 24 toneladas cortas (21,4 toneladas largas; 21,8 toneladas métricas).
La escultura fue enterrada en la plaza principal del Zócalo de la Ciudad de México poco después de que España conquistara el Imperio Azteca.
Fue redescubierta el 17 de junio de 1790, durante la restauración de la Catedral Episcopal de la Ciudad de México. Tras su redescubrimiento, la piedra del calendario se instaló en la fachada de la catedral, donde permaneció hasta 1885. La mayoría de los estudiosos creen que la piedra fue tallada entre 1502 y 1521, aunque algunos creen que su edad real es varias décadas mayor.
El propósito exacto y el significado de la piedra del calendario aún no están claros. Los arqueólogos e historiadores han propuesto muchas teorías, que pueden explicarse de varias maneras.
La interpretación más antigua de las piedras se relaciona con su uso como calendarios. En 1792, dos años después de que se excavó la piedra, el antropólogo mexicano Antonio de Leonigma escribió un artículo sobre el calendario azteca basado en la piedra.
? Algunos de los círculos son símbolos que representan los días del mes. Los cuatro símbolos contenidos en la inscripción de Orín representan los cuatro soles pasados por los que los mexicanos creían que pasó la Tierra.
Otro aspecto de la piedra es su significado religioso. Una teoría es que la cara en el centro de la piedra representa la Tonatière del sol del templo azteca. Es por ello que a esta piedra se le llama “Piedra del Sol”. Richard Hussen propuso una teoría diferente. Creía que este símbolo representaba a Te Larte Kutley en el centro de la piedra, y que el dios de la tierra se agregaba al mexicano, lo cual es característico del mito de la creación.
Los arqueólogos modernos, como los del Museo Nacional de Antropología de la Ciudad de México, creen que es más probable que se usara principalmente como una pila o altar de sacrificios para personas vivas que como una referencia astrológica o astronómica. .
Otra de las características de las piedras es su posible significación geográfica. Los cuatro puntos pueden relacionarse con las cuatro esquinas o puntos cardinales de la Tierra, y los círculos interiores pueden representar el espacio y el tiempo.
Por último, el aspecto político de la piedra. Probablemente con esto se pretendía mostrar que Tenochtitlán era el centro del mundo y, por tanto, el centro del poder.
Townshend promovió la idea de añadir pequeños glifos de fechas a los primeros cuatro soles:
1 Flint (Tickpatto),
1 Rain (Atl) y 7 Monos (Ozomahtli) - representan eventos históricos en México. Por ejemplo, creía que los siete monos representaban un día importante para la comunidad de adoración en Tenochtitlán.
La presencia del nombre de Moctezuma II, el gobernante de México, en sus obras respalda aún más sus afirmaciones. Estos elementos reflejan la imagen histórica de la piedra más que la legitimidad mitológica y cósmica del Estado.