¿Qué pasaría si no le tuvieras miedo a nada más que a la oscuridad?
Si tienes miedo a la oscuridad al salir, empieza por buscar a alguien que te acompañe un par de veces y luego ve solo al cabo de un rato. Por supuesto, cuando vas solo, puedes utilizar algunos métodos para desviar tu atención, como escuchar con auriculares, hablar por teléfono con alguien y pensar en las cosas buenas del día. Después de hacerlo unas cuantas veces, descubrirás que no tienes tanto miedo.
Si tienes miedo a la oscuridad cuando duermes por la noche, necesitas encontrar a alguien que te ayude. Primero vaya a la cama con las luces encendidas y luego dígales a los demás con anticipación que apaguen las luces cuando se quede dormido. Luego apaga las luces tan pronto como te acuestes y finalmente apaga las luces tú mismo para dormir.
Quizás al principio tengas miedo de estos métodos, pero hay que superarlos. Te resultará mucho más fácil la primera y la segunda vez que los pruebes. Hasta el final, no le tendrás miedo a la oscuridad.
El primer intento no debe desperdiciarse, de lo contrario hará falta más coraje para volver a intentarlo.