Cómo superar el nerviosismo
1. Respira profundamente
Lo más sencillo y común es respirar profundamente. Cuando estás nervioso, tu corazón late más rápido y te sientes irritable. No pienses en nada en este momento, respira profundamente y siente el subir y bajar de tu abdomen. Después de uno o dos minutos de esto, su respiración se volverá más suave y su tensión será mucho mejor. Este método no sólo es sencillo de utilizar, sino también muy práctico.
2. Cambia los movimientos del cuerpo
Si te sientes nervioso antes de dar un discurso, cierra los puños con ambas manos y haz todo lo posible, de modo que todos los músculos del cuerpo estén tensos y el los dedos de los pies también deben hacer todo lo posible. Mantén la posición durante tres segundos y luego relájate. Haga esto tres veces seguidas y observe lo relajado que se siente. No te pondrás nervioso si puedes hacerlo tres veces. Porque tus músculos ya no tienen fuerza para tensarse. Este también es un método muy eficaz.
3. Leer el discurso.
En ocasiones importantes, debes redactar tu discurso con antelación. Incluso si no escribes todo lo que quieres decir. También haga un esquema detallado.
Imprimelo y tenlo en tu mano antes de subir al escenario. Leer un discurso con atención puede desviar nuestra atención. Al hablar, cuando el contenido es vívido, también puede aumentar nuestra confianza al hablar. Si no es un discurso muy importante y no has preparado un guión del discurso, aún puedes sacar tu teléfono móvil o papel y anotar el esquema en un cuaderno antes del discurso.
4. Cuenta un pequeño chiste a modo de apertura.
Por lo general, cuando estamos más nerviosos estamos al inicio de una presentación. Puedes contar un chiste en este momento, que no solo puede complacer la atmósfera de la escena, sino también liberar tu propia tensión.
Comunicación y distracción
Comunicarse con los demás y desahogarse adecuadamente. Cuando te encuentras con algo o quieres realizar algunas actividades, puedes comunicarte con más personas, o puedes escribir un diario o Weibo. También puedes respirar profundamente para relajarte cuando te sientas incómodo.
Puedes hacer algo más para desviar tu atención. Si está demasiado ocupado, puede organizar su trabajo de forma adecuada. Si aún así no se puede mejorar la tensión, se recomienda acudir a un especialista para recibir psicoterapia adicional o tratamiento farmacológico.