Acelerar el establecimiento de un mecanismo a largo plazo para promover el buen funcionamiento del mercado inmobiliario
En primer lugar, respete la dirección correcta de la regulación. El posicionamiento básico de que “la vivienda es para vivir, no para especular” no sólo es un criterio importante para limitar a los gobiernos locales y a las empresas de desarrollo inmobiliario, sino que también requiere la cooperación de los participantes del mercado, como las instituciones de inversión y los residentes. El gobierno no puede utilizar el sector inmobiliario como herramienta para estimular el crecimiento económico y aumentar los ingresos fiscales locales. Las políticas deben introducirse con cautela y constancia para garantizar el buen funcionamiento del mercado. Las empresas de desarrollo inmobiliario deben romper con el modelo operativo pasado de alta inversión, altos rendimientos, alto apalancamiento y alta rotación. Las instituciones de inversión ya no pueden utilizar los bienes raíces como herramienta de especulación para estimular los precios inmobiliarios. Los individuos quieren romper con las expectativas irracionales del aumento de los precios de la vivienda.
En segundo lugar, acelerar el establecimiento de mecanismos a largo plazo. En respuesta al rápido aumento de los precios de la vivienda, el gobierno ha introducido una serie de medidas de control específicas. Estas medidas suprimieron la especulación durante un período de tiempo, pero debido a la falta de mecanismos a largo plazo y consideraciones sistemáticas, es difícil formar expectativas de mercado estables a largo plazo. La máxima prioridad es acelerar el establecimiento de un mecanismo a largo plazo para el mercado inmobiliario.
Incrementar la oferta efectiva del mercado inmobiliario. El precio es un reflejo de la oferta y la demanda. La demanda incluye tanto la demanda rígida de vivienda como la demanda especulativa. Las políticas deben satisfacer una demanda rígida razonable y al mismo tiempo frenar la demanda especulativa. Por tanto, es necesario aliviar la contradicción entre oferta y demanda mediante una combinación de vivienda comercial, vivienda asequible y vivienda de alquiler. Parte se dirige al mercado, parte se dirige a las políticas y otra parte se dirige a los individuos, tanto de alquiler como de venta, para satisfacer necesidades rígidas.
Acelerar la implementación de políticas relevantes de largo plazo. Reformar el sistema fiscal y tributario, mejorar la emisión de bonos de los gobiernos locales, resolver fundamentalmente el problema de la "financiación de la tierra" de los gobiernos locales y resolver la necesidad de los gobiernos locales de obtener ingresos a través del mercado inmobiliario. Mejorar la reforma del mercado de capitales, enriquecer los productos de gestión financiera, optimizar la estructura de productos y brindar a los residentes más opciones y canales para la inversión y la gestión financiera.
Finalmente, comprenda el ritmo de las políticas. La regulación inmobiliaria es un proyecto sistemático que afecta a todo el organismo. Debemos captar el ritmo y la intensidad de las políticas. Es necesario resolver gradualmente los problemas existentes sobre la base de la estabilización del mercado. La regulación de políticas no es única y debe regularse en función de las condiciones reales. El gobierno central propuso implementar “una ciudad, una política” en la regulación inmobiliaria, lo que refleja plenamente la unidad de principios y la flexibilidad. Para entender correctamente “una ciudad, una política”, debemos comprender los siguientes puntos.
En primer lugar, los principios básicos y los resultados finales no se pueden romper. "Una ciudad, una política" es una política flexible basada en el posicionamiento básico de "la vivienda es para vivir, no para especular". Al implementar esta política, los gobiernos locales no deben romper con las políticas y principios básicos establecidos por el gobierno central. No podemos utilizar "una ciudad, una política" como excusa para permitir aumentos irracionales en los precios del mercado inmobiliario, participar en la financiación de tierras y promover activamente aumentos de precios.
La segunda es no aplicar una talla única. Seguir estrictamente los requisitos básicos de supervisión de las "tres líneas rojas" y satisfacer razonablemente las necesidades de las empresas inmobiliarias y de préstamos personales a residentes que operan de conformidad con las regulaciones.
En tercer lugar, debemos buscar la verdad a partir de los hechos. "Una ciudad, una política" debe adherirse a la política general e introducir políticas específicas basadas en el desarrollo real de la región local para promover el desarrollo estable y saludable del mercado inmobiliario. Lo que algunas ciudades deben considerar es cómo digerir los proyectos inmobiliarios existentes y estabilizar el mercado inmobiliario local atrayendo población.
Fuente: Diario de Información Económica