Como propietario, ¿cómo debería tratar con inquilinos extraños?
Como propietario, tratar con los inquilinos es inevitable. Durante este proceso, es inevitable que se encuentre con algunos inquilinos extraños cuyo comportamiento puede hacer que el propietario se sienta incómodo e incluso traerle inconvenientes a su vida. A continuación, compartiré algunas de mis experiencias con inquilinos extraños que encontré durante mi etapa como propietario.
En primer lugar, la primera inquilina rara que conocí fue una chica joven que siempre ponía música muy alta en medio de la noche y a veces cantaba. Cada vez que esto sucede, voy a su habitación y le recuerdo que mire el volumen, pero ella siempre repite el comportamiento una y otra vez. Tuve que tomar medidas y terminé negociando con ella para rescindir el contrato de arrendamiento anticipadamente.
Además, una vez conocí a un inquilino que trajo un perro grande a vivir en la casa. Le había dicho de antemano que no se permitían mascotas en la casa, pero él trajo al perro de todos modos. No solo eso, también dejó que el perro correteara e incluso hiciera caca en la casa. Esto llena la casa de mal olor y requiere costos de limpieza adicionales para restaurar la casa a su estado original.
En otra ocasión, conocí a un inquilino que siempre traía a sus amigos a la casa para las fiestas. A menudo hacen ruidos fuertes a altas horas de la noche, lo que es muy grosero con otros inquilinos y vecinos. Se lo recordé varias veces pero no pareció darse cuenta de lo insatisfactorio que era su comportamiento.
Conocer a estos extraños inquilinos me enseñó que, como propietarios, debemos aclarar las disposiciones del contrato e informar claramente a los inquilinos antes de firmar el contrato. Por supuesto, a veces, incluso si hay disposiciones relevantes en el contrato, algunos inquilinos las ignorarán, pero también debemos tomar medidas activas, como pedirles que cumplan las disposiciones o buscar asistencia legal, para proteger nuestros derechos e intereses.