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Chrysler Arquitectura Cultura

Como parte del horizonte de la ciudad de Nueva York, el Edificio Chrysler ha sido descrito en innumerables medios, incluidos cine, fotografía, vídeo, juegos, arte, publicidad, música, literatura e incluso moda, ya que su uso establece rápidamente la ubicación del evento. En términos de música, la portada del álbum de Meat Loaf de 1993 Bat Out of Hell II: Back Into Hell, producido por Michael Whelann, representa una escena de murciélagos diabólicos ocupando el último piso del edificio Chrysler.

El edificio Chrysler ha aparecido en muchas películas conocidas, como la película de 1998 "Deep Impact". En otra película, Los Cuatro Fantásticos: El ascenso de Silver Surfer. La inteligencia artificial de Steven Spielberg, el edificio Chrysler, quedó completamente sumergido, como un extraterrestre guiando su propio avión a través de Manhattan. También aparece en las películas de Spider-Man.

El Edificio Chrysler tiene que ser el edificio de oficinas más extraño de Estados Unidos. Sus salas estaban fuera del alcance de los expresionistas alemanes. Grandes bloques de granito belga negro decoran la entrada, como telones de escenario de la antigua Grecia y Roma. La decoración metálica en zigzag de la entrada parece sacada de la película "Metropolis" de Fritz Lang. La sala triangular es un ángel de cristal oscuro y misterioso con luces laterales detrás de una piedra de cuarzo translúcida. Entrar aquí es como entrar en una Valquiria, no en una reunión de negocios. En el mural del techo del edificio se reprodujeron imágenes del edificio Chrysler.

La galería de visualización original se puede utilizar como escena de la película "El último día". Caligari: El techo está dividido por planos, las paredes están pintadas como estrellas en el cielo nocturno y la distribución de la iluminación es como Saturno. El Cloud Club de dos pisos es conocido por sus vistas despejadas de la ciudad de Nueva York desde sus exclusivas ventanas triangulares de Chrysler. En la sala de puros, los millonarios de la época de la Prohibición escondían su licor en cajas especiales debajo de cojines del color de los puros. Walter Kreisler durmió con un esplendor barroco: en el dormitorio doble Ado, una chimenea por la que cualquiera podía entrar.