Rusia utiliza el águila bicéfala del Imperio Romano de Oriente como emblema nacional. ¿Por qué?
El águila bicéfala es originaria del Imperio Bizantino. En el año 395 d.C., el Imperio Romano se dividió en dos imperios, el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente (Imperio Bizantino). El Imperio Bizantino en ese momento era un poderoso estado feudal que se extendía por Eurasia. Sus principales áreas de gobierno incluyen la península de los Balcanes en Europa y la actual Türkiye. En su apogeo, su territorio incluía Italia, el norte de África, Egipto y Siria a lo largo del Mediterráneo. El Imperio Bizantino solía utilizar únicamente el símbolo del águila de una sola cabeza del Imperio Romano, que luego se cambió al águila bicéfala bajo el gobierno de Isaac I de la dinastía Comneno. Su significado es mostrar que el imperio es el rey de Oriente y Occidente y quiere gobernar los territorios de Eurasia. Desde entonces, el Imperio Bizantino siempre ha utilizado el águila bicéfala como cuerpo principal de su emblema nacional.
Hablando de por qué el emblema nacional de Rusia es un águila bicéfala, en realidad está relacionado con la desaparición de un antiguo imperio, el Imperio Romano de Oriente, también conocido como Imperio Bizantino. Este antiguo imperio fue destruido por otro imperio, el Imperio Otomano. Después del colapso del Imperio Romano de Oriente, la emergente Rusia zarista libró una guerra de siglos con el Imperio Otomano. Hoy, Rusia y Türkiye están librando una guerra importante en Siria. Además de las disputas políticas, también está relacionado con rencores históricos.
En el año 395 d.C., el Imperio Romano de Oriente y el de Occidente se dividieron oficialmente. El Imperio Romano de Oriente también fue llamado Imperio Bizantino. Después de la caída del Imperio Romano Occidental, el Imperio Bizantino se convirtió en el único verdadero descendiente del Imperio Romano. En su apogeo, el territorio abarcaba tres continentes: Europa, Asia y África. La capital, Constantinopla, protege la garganta de Eurasia y es un importante nodo que conecta las rutas comerciales entre Oriente y Occidente. El próspero comercio internacional y los generosos ingresos fiscales hicieron de Constantinopla una fortaleza estratégica y una capital comercial que atrajo la atención del mundo.