¿Qué métodos se te ocurren para "enfriar" la Tierra?
La absorción de dióxido de carbono de la atmósfera está recibiendo cada vez más atención e investigación como una de las opciones de respaldo de emergencia para salvar a la Tierra del daño climático. El método específico consiste en inyectar hierro en el océano para estimular la proliferación de algas, absorbiendo así dióxido de carbono del océano y la atmósfera. La nueva idea de geoingeniería se planteó ya en la década de 1990, pero ahora el principal asesor científico del gobierno anterior, Sir Alex Wong, ha alentado a los expertos a reconsiderar seriamente la idea.
Se ha descubierto que la dispersión de sal en la atmósfera tiene cierto efecto inhibidor. Como todos sabemos, cuando un volcán entra en erupción expulsará una gran cantidad de ceniza volcánica, pero junto con ella entrarán en la estratosfera terrestre sulfuros y sulfatos, que pueden proteger parte de la radiación solar.
Un estudio realizado por el Dr. Camilo Mora de la Universidad de Hawaii y sus colegas encontró que si los humanos no pueden reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero y evitar que la temperatura promedio global aumente, ocurrirán eventos climáticos extremos con frecuencia en todo el mundo después de 2100. Al mismo tiempo se producirán varios desastres climáticos (como sequías, inundaciones, huracanes y desertificación secundaria de la tierra, tormentas de arena, deslizamientos de tierra, etc.). Para reducir la temperatura media global, los científicos se devanan los sesos e incluso quieren arrojar 654,38 mil millones de pelotas de golf al mar.
Los científicos estadounidenses han debatido innumerables veces sobre anomalías climáticas globales, ingeniería global y otros temas, y han propuesto algunas medidas increíbles para tratar de frenar los signos del aumento de las temperaturas promedio globales. Por ejemplo, un investigador estadounidense sugirió colocar en el mar 654,38 mil millones de pelotas de golf o miles de millones de objetos flotantes blancos, que podrían reflejar la luz solar y luego reducir la temperatura de la superficie de la Tierra. Hoy en día, los científicos estadounidenses vuelven a entusiasmarse con las tecnologías de reflexión solar. Están evaluando la viabilidad, los riesgos y los costes de gestión de estas tecnologías, con la esperanza de que puedan utilizarse lo antes posible.