Se aferró firmemente a un árbol con una mano durante 50 años. ¿Qué está pasando ahora?
Existe una trama así en "El gran robo". ¿Esconder cartas en los árboles? Pero esta magia se había establecido hace más de diez años. Hace 18 años, el mago escondió sus naipes característicos en un árbol. Los naipes crecieron con el árbol, pero la mano siguió al árbol durante 50 años. ¿Entonces este párrafo? ¿delito? ¿Cómo se desarrolla la historia?
¿De Alpes Marítimos? Seguirá creciendo, salvo el nombre "Quién Centros", que significa que es una obra de arte y que un artista italiano llamado Giuseppe creó la mano hace cincuenta años. Desde la perspectiva del artista, sus creaciones contienen un cierto significado.
Ziswaw, ¿un famoso pintor y fotógrafo polaco? Bekinski utiliza un enfoque escatológico para representar el mundo después de la muerte, que es oscuro y aterrador. Este enfoque único se produjo después de que sufriera un accidente automovilístico que le recordó su experiencia en la Segunda Guerra Mundial. Las pinturas son también una denuncia silenciosa de la Segunda Guerra Mundial.
Giuseppe creó esta mano no sólo para el arte. En 1968, Italia comenzó una deforestación a gran escala para ampliar la superficie de plantación y aumentar los ingresos alimentarios. En el proceso de recuperación continua, la agricultura se ha desarrollado y la industria ha mejorado continuamente, pero el bosque ha sufrido una destrucción a gran escala.
Con el fin de pedir a la humanidad que proteja el medio ambiente, Giuseppe diseñó esta mano. Sostiene un pequeño árbol con esta mano, como para frenar su crecimiento, porque cuando el árbol crece, los humanos lo cortarán, lo que también simboliza la necesidad inescrupulosa de los humanos por la naturaleza. Giuseppe tenía buenas intenciones.
Pero esta mano está hecha de cobre, que no es fácil de oxidar, pero el pequeño árbol crecerá con el tiempo y la mano de cobre se hundirá gradualmente en el tronco. Ahora, 50 años después, el brazo se ha integrado completamente en el tronco y no se puede extraer en absoluto.
Los gitanos no pensaban derribarlo en un principio, pero acuden cada año al parque para quitarle la pátina. La medida también atrajo críticas de los turistas, quienes pensaron que era demasiado cruel y que, aunque tenía buenas intenciones, perjudicaba el crecimiento de un árbol.
En estos 50 años, podría haberse convertido en un árbol altísimo, pero esta mano bloqueó su futuro. Los gitanos nunca tuvieron la intención de derribarlo y no pueden hacerlo ahora. En cualquier caso, este brazo también es un ser humano vigilante y debemos proteger el entorno natural del que dependemos.