Escribe un diario sobre mi madre y yo íbamos a visitar la feria del templo en Bailong, Huozhou.
Al principio no había mucha gente. La mayoría vende muebles, porque a muchos niños no les interesa esto, por lo que el ruido y las voces emocionadas de los niños en las profundidades de la feria del templo son incomprensibles para los que están afuera, por lo que se apresuran a las profundidades con la mentalidad de comerse una tonelada.
A mitad del párrafo, mi corazón se puso aún más nervioso. En medio de los gritos, no pude evitar mirar a mi alrededor. ¡Oh Dios mío! Hay gente por todas partes, e incluso si quieres detenerte y descansar primero, la gente de aspecto feroz detrás de ti te pisoteará hasta la muerte, con la mentalidad de "Simplemente te seguiré". Luego avanzó poco a poco, y ahora parece que no es exagerado utilizar la palabra exagerada "multitud de gente" en la feria del templo.
En este momento, me he mudado al área central real, donde hay más gente, pero mi alegría ha ignorado por completo a las personas a mi lado. Miré a mi alrededor. Lo que me abruma no es la cama y la colcha, pero lo que más me emociona son los diversos bocadillos en la feria del templo. El delicioso aroma que flota desde la distancia hace que la gente se sienta llena de energía. De repente, caminé hacia el lugar donde la fragancia era más fuerte y vi que estaba limpio y ordenado. El carbón pesaba demasiado y las brochetas de cordero de encima hervían con aceite bajo la explosión del carbón, lo que me hizo la boca agua. Al final, no pude evitar gemir e inmediatamente dije: "¡No le hagas caso, cómpralo!" y fui directamente a la barbacoa. Pregunté por las falsas, compré siete brochetas por diez yuanes y luego caminé lentamente hacia los otros bocadillos. Como las brochetas de cordero que tengo en la mano ya están compradas, no hay ningún paso impulsivo.
Está oscureciendo y ya llego tarde a los diversos refrigerios en la feria del templo, y mi corazón está lleno de alegría. Luego, de mala gana, salí de la feria del templo y me senté en el sofá de casa, pensando: ¡ay! Todo acerca de esta feria del templo es maravilloso. Tan atractivo. ¡Qué maravilloso sería si mi familia organizara esta feria del templo! .....Sentada en la cama, poco a poco no pude evitar fantasear...