Composición: Me encantan los lichis de mi ciudad natal.
Mi ciudad natal está situada al pie de la montaña Taihang y un pequeño arroyo fluye junto al pueblo. Desde la distancia, el arroyo parece una cinta plateada que fluye lentamente hacia el este; cuando te acercas, puedes ver que el arroyo es cristalino, con pequeños peces y camarones nadando libremente en el agua. Los cipreses de las montañas a ambos lados del río son siempre verdes durante todo el año. Mi ciudad natal es como un gran parque con innumerables paisajes hermosos durante todo el año.
La primavera, los jazmines de invierno en la montaña, las flores de durazno y de peral en el huerto... todas las estaciones están en flor. Desde lejos, las laderas son rojas, amarillas y blancas... coloridas y hermosas. La ladera está cubierta de todo tipo de flores. Míralo con atención y huélelo. La fragancia de las flores es embriagadora. Algunas abejas recogen de vez en cuando miel de las flores. En los interminables campos de trigo, los agricultores trabajan, añadiendo vitalidad a la primavera.
El verano ya está aquí y los patitos nadan felices en el río, sumergiéndose bajo el agua para cazar comida de vez en cuando. Los barcos iban y venían por el río. Cuando los adultos no estaban prestando atención, los niños se escabullían al río para pescar peces y camarones, pasándoselo genial. Por la noche, cada familia llevaba la comida a la mesa de piedra situada frente a la puerta, se sentaba en los taburetes y comía con avidez. Las coloridas nubes en el horizonte, la brisa vespertina y los pájaros que vuelan sobre sus cabezas son todos sus buenos amigos. Junto con la gente del campo, pintaron un escenario pastoral de armonía natural.
El otoño ya está aquí y hace frío. En el huerto a la orilla del arroyo, hay una escena de cosecha. Peras doradas, manzanas rojas y pequeños caquis con forma de linterna cuelgan de todas las ramas. El viento otoñal sopla y las frutas maduras bailan con el viento, trayendo ráfagas de encantadora fragancia. El tío del granjero estaba ocupado caminando hacia el huerto para recoger frutas. Recogieron cuidadosamente las frutas, las pusieron en cajas de embalaje, las cargaron en triciclos y las transportaron a la ciudad para que la gente de la ciudad pudiera compartir la alegría de la cosecha.
Se acerca el invierno y caen copos de nieve blancos. Había nieve por todas partes en las laderas, en los campos, en los tejados y en los patios. Todo el pueblo parecía haber entrado en un mundo de cuento de hadas. Los niños del pueblo corrían salvajemente en la nieve, algunos construían muñecos de nieve y otros peleaban con bolas de nieve. Los adultos también están ocupados con las cosas del hogar, algunos limpian, otros compran artículos de año nuevo y algunos se reúnen para discutir cosas importantes para hacer una fortuna el próximo año. Aunque hace frío, todos se sienten cálidos.
Mi ciudad natal tiene un paisaje encantador sin importar la época o la estación del año. ¡Me encanta mi ciudad natal!
Este artículo proviene de una composición de una escuela secundaria y quiero publicarlo.