Buscando alquiler en Beijing.
Paso uno: Determinar el presupuesto.
Antes de buscar casa, debemos determinar nuestro presupuesto. En términos generales, alquilar un apartamento en Beijing es más razonable: el alquiler mensual representa alrededor del 30% de los ingresos. Si sus ingresos no son altos, también puede considerar dividir el alquiler y los gastos de manutención.
Paso 2: Elige el área adecuada.
Pekín es una gran ciudad y las diferentes regiones tienen características diferentes. Si desea un ambiente de vida tranquilo, puede elegir algunos suburbios o áreas menos prósperas. Si desea transporte y condiciones de vida más convenientes, puede elegir algunas áreas populares en el centro de la ciudad. Al elegir una región, también debes considerar tu lugar de trabajo y las rutas de viaje.
Paso 3: Encuentra una casa adecuada.
Después de determinar el presupuesto y la zona, puedes empezar a buscar una casa adecuada. Puede encontrar una casa a través de varios canales, como sitios web de alquiler, agencias inmobiliarias y presentaciones de amigos. A la hora de elegir una casa debes prestar atención a los siguientes puntos:
Si la casa se adapta a tus propias necesidades, como superficie de la casa, orientación, iluminación, etc.
Si la casa cumple con sus propios requisitos de seguridad, como por ejemplo si tiene puertas de seguridad e instalaciones contra incendios.
Si la casa cumple con sus propios requisitos de confort, como por ejemplo si dispone de aire acondicionado y calefacción.
Si la casa cumple con sus propios requisitos de transporte, como si hay metro, autobús y otros medios de transporte.
Paso 4: Considere compartir.
Si tienes un presupuesto ajustado, también puedes considerar compartir con otros. Compartir piso con otras personas no sólo te permite compartir el alquiler y los gastos de manutención, sino que también aumenta tu círculo social y hace tu vida más colorida. Sin embargo, a la hora de elegir un compañero de piso, también debes prestar atención a los siguientes puntos:
Si el compañero de piso tiene los mismos hábitos de vida, como tiempo de trabajo y descanso, hábitos de higiene, etc.
Si los inquilinos compartidos tienen una fuente de ingresos estable para evitar atrasos en el alquiler.
Si el compañero de piso tiene un buen historial crediticio para evitar daños en la casa o impagos en las facturas de servicios públicos.