Red de conocimientos turísticos - Preguntas y respuestas del Hotel - Al describir oralmente el proceso detallado en el que mi jefe me pidió que fuera su mujer, las condiciones materiales que me brindó me conmovieron.

Al describir oralmente el proceso detallado en el que mi jefe me pidió que fuera su mujer, las condiciones materiales que me brindó me conmovieron.

Soy una chica rural normal y corriente de una familia normal. Nunca fui a la universidad. Después de graduarme de la escuela secundaria, me fui a trabajar a una gran ciudad. Para una persona como yo, que viene de una familia pobre y tiene malas calificaciones académicas, temo que nadie me prestará atención si me arrojan entre la multitud. Pero Dios me trajo un matrimonio. Él era el dueño del hotel donde trabajaba. Describir oralmente el proceso detallado en el que mi jefe me pidió que fuera su mujer cambió mi vida por completo.

Como no tengo un alto grado de educación, sólo puedo trabajar como camarero en un restaurante o como vendedor en algunas tiendas pequeñas. Aunque el salario no es alto, ya me resulta muy satisfactorio como novato. Más tarde conocí a Ah Fei y empezamos a enamorarnos.

Aunque Ah Fei creció en la ciudad, su entorno familiar era normal y salió a trabajar después de no poder ingresar a la universidad. Nos apreciamos mutuamente y esperamos vivir una vida feliz algún día.

Bajo la presentación de un amigo de Ah Fei, él y yo vinimos a trabajar como camareros en un hotel relativamente grande. No solo el salario era más alto que antes, sino que también había algunos beneficios. Me dio mayor confianza en mi vida.

Sin embargo, la vida no será tan fácil como pensamos, y siempre será inesperado. Aquí conocí a Bai Xiao, el dueño del hotel. Tiene unos cuarenta años y no es alto. Una vez, cuando un cliente me regañó, él me ayudó. Después de eso, Bai Xiao siempre me ayudaba intencionalmente o no.

Primero hizo arreglos para que fuera al departamento de limpieza, donde el trabajo era relativamente relajado. De vez en cuando, me invitaba a hacer compras y me daba algunos pequeños obsequios. También siempre creí que él era el jefe y yo su empleada, por cortesía, no me negué mucho.