Si compartir no es fácil, ¿a qué debes prestar atención?
1. El alquiler debe ser claro.
Antes de mudarte conviene comentar cuánto será el alquiler y averiguar si se calcula por habitación o por cama, para que no haya problema en pagar el alquiler.
2. Instalaciones sanitarias
Los gastos sanitarios, las facturas de agua y electricidad y otros gastos también deben discutirse con antelación. Si cada casa tuviera un medidor de luz y agua, no importaría. En caso contrario, se debería discutir cómo pagarles.
3. Mantener la salud pública
Si convivéis, las zonas comunes serán sanitarias. Por ejemplo, en lugares como cocinas y balcones, es mejor discutir de antemano cómo mantener la higiene y cómo dividir el trabajo. Aunque se trata de una cuestión trivial, es un área en la que fácilmente pueden surgir conflictos.
4. ¿Qué son los bienes públicos?
Dejar claro cuáles son bienes públicos, cuáles pueden ser utilizados por el público y cuáles pertenecen a los copropietarios para evitar conflictos que surjan por el uso de las cosas de la otra parte.
5. Cuestiones de seguridad
La seguridad es la cuestión más importante a la hora de salir, y la seguridad de la habitación debe tomarse en serio. La cerradura de la puerta de la habitación debe estar segura y se debe mantener alejado el calor. Lo mejor es cortar el suministro eléctrico y cerrar la válvula de gas antes de salir para evitar incendios. Si alquila en un piso inferior, asegúrese de mantener las ventanas cerradas.
6. Cuestiones contractuales
También existe un contrato de arrendamiento compartido. Independientemente de si firmas un contrato con un arrendador o un coinquilino, debe haber un acuerdo para evitar encontrar al responsable si algo sale mal.
(La respuesta anterior se publicó el 25 de septiembre de 2015. Consulte la situación real para conocer la política de compra de vivienda actual).
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