Oración de Navidad
1. ¡Estamos en el cielo y nuestro Padre Celestial nos ama! ¡Tú eres el Dios verdadero que creó todo en el universo! Gracias por tus elogios, por tu gran poder y amor, hemos caminado un año más por el mundo con tu voluntad.
2. Señor, Dios Padre nuestro, hoy tus hijos están aquí para orar en silencio, con agradecimiento y alabanza, para contar la abundancia que has derramado sobre nosotros desde tu alto ungüento este año.
3. Padre, te alabo. Eres el Dios Altísimo. Se te concede honor y majestad. Viste ligero como una bata. Extendiste el cielo como una cortina. Padre, te lo agradezco. Tu luz siempre brillará sobre mí y sobre el camino que tengo por delante, guiándome hacia adelante.
4. Padre, te alabo. Eres un Dios compasivo. No quebrarás la caña cascada, ni apagarás la lámpara apagada. Padre, te doy gracias porque te compadeces de mis debilidades, que quitas todas mis cargas y que me aceptas tal como soy.
5. Padre, te agradezco. Eres mi fuerza. Con mi ayuda podrás fortalecer mi debilidad, y yo seré fuerte dondequiera que sea débil.
6. Señor, naciste en un pesebre y eres hijo tuyo desde hace treinta y tres años. Entonces, sabes muy bien que todavía tenemos debilidades y, a veces, incluso caemos. Señor, sostennos y guíanos hacia adelante con tu amorosa vara de pastor. Aunque no conocemos el camino hacia el mañana, sabemos que el mañana está bajo tu control y que tomas mi mano.
7. Gracias, Señor, por tu cruz somos bienaventurados. Miramos a la cruz, ¡tú eres el camino, la verdad y la vida!
8. Padre, te alabo. Eres un Dios lento para la ira. Padre, te doy gracias por no tratarnos según nuestros pecados para que puedas darnos oportunidades de arrepentirnos y acudir a ti. No sea que tiembléis cuando estéis enojados y nadie pueda soportarlo. Eres un Dios lleno de gracia y de amor, y eres rico en amor y gracia.
9. Padre Celestial, te alabo. Eres un Dios justo. Juzgas al mundo con justicia y a todos los pueblos con rectitud. Lo que es el hombre, lo que le hacéis recibir, le hacéis recibir vida eterna por la obediencia al Espíritu Santo, lo corrompéis sembrando con concupiscencia. Padre, te doy gracias porque eres mi vengador.
10. Querido Padre Dios, estoy dispuesto a estar contigo, estoy dispuesto a caminar contigo, estoy dispuesto a tener alegría plena y un cuerpo y mente sanos frente a ti, y convertirme en el ganador de la guerra espiritual.