Métodos de examen de lesiones meniscales-clínicos
1. Área sensible: el área sensible es generalmente un área enferma, que es de gran importancia para el diagnóstico y la determinación de lesiones meniscales. Durante el examen, coloque la articulación de la rodilla en una posición semiflexionada y use el pulgar para presionar el borde superior del cóndilo tibial (es decir, el borde del menisco) punto por punto de adelante hacia atrás. Habrá dolor fijo. en el lugar de la lesión del menisco. Si la articulación de la rodilla se flexiona o extiende pasivamente o la pantorrilla se rota interna y externamente durante la presión, el dolor será más evidente y, a veces, se puede tocar el menisco anormal;
2. prueba): El paciente se acuesta boca arriba y el examinador tiene una mano. Sostenga la articulación del tobillo de la pantorrilla y la articulación de la rodilla con la otra mano, doble las caderas y las rodillas tanto como sea posible, luego abduzca, rote externamente, abduzca y rotar internamente la pantorrilla, o aducir y rotar internamente, o aducir y rotar externamente, y enderezar gradualmente. Si hay dolor o soplo, es positivo y la parte dañada se determina según la ubicación del dolor y el soplo;
3. Prueba de hiperextensión o hiperflexión fuerte: hiperextensión o hiperflexión pasiva de la articulación de la rodilla, como la lesión del menisco anterior, puede causar dolor; por ejemplo, la lesión del menisco posterior, la flexión puede causar dolor;
4. Prueba de presión lateral: la articulación de la rodilla está en posición extendida y la articulación de la rodilla se aduce pasivamente. o abducciones. Si hay una lesión de menisco, apretará el espacio articular del lado afectado y causará dolor;
5. Prueba de sentadilla con una sola pierna: agáchese gradualmente con una pierna desde la posición de pie y luego levántese. desde la posición en cuclillas. El lado sano es normal. Cuando el lado afectado se agacha o se pone de pie en una determinada posición, el menisco lesionado se aprieta, lo que puede provocar dolor en el espacio articular e incluso imposibilitar ponerse en cuclillas o ponerse de pie;
6. El paciente se acuesta de lado, levanta las extremidades inferiores para flexionar y extender activamente la articulación de la rodilla. Cuando el espacio articular del lado afectado se mueve hacia abajo, el menisco lesionado se apretará y provocará dolor. Por el contrario, cuando el espacio articular del lado afectado está hacia arriba, no hay dolor;
7. Prueba de rechinamiento: el paciente se acuesta boca abajo, con la articulación de la rodilla flexionada, y el examinador sujeta el tobillo con ambas manos y presiona hacia abajo la pantorrilla mientras realiza la rotación interna y externa. El menisco lesionado duele al apretarlo y rechinarlo. Por el contrario, si se levanta la pantorrilla y luego se rota interna y externamente, no habrá dolor;
8. La artrografía de rodilla tiene poca importancia diagnóstica y puede aumentar el dolor del paciente, por lo que no debe utilizarse.
9. Artroscopia de rodilla: La ubicación y el tipo de lesión meniscal y otras estructuras de la articulación se pueden observar directamente mediante artroscopia, lo que resulta útil para el diagnóstico de casos difíciles.