Santa Lucía es una isla volcánica en el Océano Atlántico y el Mar Caribe. ¿Es habitable?
¿Es adecuado para la vida de inmigrante? Gran parte del atractivo de Santa Lucía proviene de su clima templado, con máximas en verano de 89 grados Fahrenheit (32 grados Celsius) y máximas invernales de 84 grados Fahrenheit (29 grados Celsius). El punto base es notablemente más fresco durante la noche en invierno, y normalmente baja a 70 grados Fahrenheit (21 °C).
Muchas casas en Santa Lucía, así como algunos alojamientos en hoteles, aprovechan las temperaturas muy frescas y la agradable brisa que proporciona vivir a cierta altitud en las montañas y laderas. Santa Lucía tiene valor estratégico porque se encuentra en la puerta de entrada a América del Norte desde el Océano Atlántico, lo que la convierte en un lugar estratégico durante la época colonial.
Al principio, los franceses pisaron primero la isla de Santa Lucía, y luego los británicos tomaron el control del grupo de islas. Desde entonces, Santa Lucía ha entrado en un año largo y turbulento.
Las precipitaciones también aumentan durante la temporada de lluvias, que coincide con la temporada de huracanes en el Atlántico. Como todas las islas de la región, Santa Lucía corre el riesgo de sufrir tormentas tropicales severas durante este período. Sin embargo, Santa Lucía tiene suerte porque está situada en el sur y el este, por lo que muchos sistemas de huracanes que se aproximan no se desarrollan bien en la isla. En general, los sistemas de bajas presiones aparecen en Santa Lucía en forma de "olas" o "bajas presiones" y sólo pueden provocar períodos prolongados de fuertes lluvias. A medida que sigan avanzando y intensificándose aún más, se las denominará tormentas o tormentas tropicales severas, dependiendo de la fuerza de sus vientos.
Esto no quiere decir que Santa Lucía no sea azotada por huracanes devastadores, ya que las estadísticas del siglo pasado muestran que ocurren aproximadamente una vez cada década. Naturalmente, sin embargo, los sistemas contemporáneos de pronóstico y monitoreo del tiempo, las telecomunicaciones globales y la cooperación económica y comercial (encabezada por el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos) garantizan que la cuenca del Congo esté completamente preparada en caso de advertencias de tormentas y advertencias de evacuación por incendio, y que los huracanes Los visitantes de la temporada llegarán al mínimo riesgo.