El contrato no está ahí. El inquilino también escondió al gato. ¿Qué pasa si arruino el sofá?
Si el contrato no especifica si se permiten mascotas, primero debes comunicarte con el inquilino para hacerle comprender claramente las normas que prohíben las mascotas y recordarle que debe respetarlas. Si el inquilino aún se niega a escuchar, infórmele que se tomarán medidas legales para resolver el problema.
Si el gato del inquilino causa daños en el sofá, el propietario puede pedirle al inquilino que se haga cargo de los gastos de reparación. El importe específico de la indemnización se determinará en función del valor real del sofá y del grado de daño. Si el inquilino no está dispuesto a compensar o no puede aceptar los costos de compensación, el propietario puede presentar una demanda ante los tribunales y exigir que el inquilino asuma la responsabilidad de compensación y los costos de reparación correspondientes.
Por último, el propietario debe mantener y limpiar la casa para garantizar que el próximo inquilino pueda vivir en una casa limpia y segura. Al mismo tiempo, en futuros contratos de arrendamiento, los términos relacionados con el mantenimiento de mascotas deben estar escritos claramente para que los inquilinos puedan comunicarse con claridad y abordar los problemas relevantes de manera oportuna.