A la gente de Sichuan le gusta casarse y observar a la gente. ¿Qué significa mirar a la gente?
Como dice el refrán, si un padre es malo, la novena generación será mala. Pero en la antigüedad no existía el matrimonio casual. A lo que todos prestaban atención era a la vida de sus padres y a las palabras de los casamenteros. Si uno de los hombres y mujeres quiere proponer matrimonio, el casamentero dirá cosas buenas a los padres de la otra parte, lo que comúnmente se conoce como el hogar.
Mirar a las personas implica tanto perspicacia como investigación secreta. Observar el festival significa que los padres de la niña o del niño eligen un día propicio para visitar la casa de la otra parte, observar el carácter de una de las partes y, de paso, almorzar. No es más que el hecho de que tanto hombres como mujeres tienen o pueden involucrarse en conductas infieles en el proceso de salir con otras personas, como sobornar por adelantado a la casamentera y pedir prestados niños fuertes y mujeres generosas a familiares y amigos para reemplazarlos. Ríete, los casamenteros pagan por sus servicios y, a menudo, no coinciden con los hechos. En este momento, la gente de Sichuan está más atenta y suele utilizar visitas secretas para comprobar todos los aspectos de la otra parte, lo que equivale a mirar a la gente. Las visitas ordinarias sin previo aviso equivalen a pedir a familiares y amigos que comprueben mutuamente la situación familiar, la educación familiar, la personalidad, etc.
No es más que una costumbre popular, pero cada vez que alguien lo visita en secreto, solo puede arañar (decir que es bueno), pero no puede romper el gong (decir que es malo). Como dice el refrán en Sichuan, diez cabilderos no son rival para un golpe, lo que significa que diez personas que hablan bien no son tan buenas como una que no dice nada.