¿Cómo miraron con codicia varios países a Noruega durante la Segunda Guerra Mundial?
Durante la Segunda Guerra Mundial, Noruega fue un país neutral. Pero los países en guerra no ignoraron su existencia por esto. Alemania está aún más pendiente de ello y desde hace tiempo tiene ambiciones de invadirlo y ocuparlo. La razón es evidente: Noruega está situada en el norte de Europa y tiene una importancia estratégica importante para Gran Bretaña, Francia, Alemania y Japón. Si Alemania y Japón controlan Noruega, se romperá el bloqueo entre Gran Bretaña y Francia sobre las armadas alemana y japonesa, y las flotas alemana y japonesa podrán entrar al Mar del Norte y al Océano Atlántico sin obstáculos. Una vez que Alemania tenga éxito, la marina británica será controlada por Alemania y Japón, y su patria también se verá seriamente amenazada. Alemania, que está decidida a dominar, ciertamente no renunciará a este pedazo de grasa e intentará todos los medios para hacer suya a Noruega. Hitler sabía muy bien que Gran Bretaña y Francia nunca se quedarían de brazos cruzados e ignorarían a Noruega. Sin embargo, no quería involucrarse en una batalla a gran escala con Gran Bretaña y Francia en el mar, por lo que decidió utilizar el método de unir fuerzas con el ejército y la aviación, y dejar que la marina solo fuera responsable del transporte y escolta de las tropas de desembarco. Sin embargo, la situación de guerra rápidamente revirtió la arrogante voluntad personal de Hitler. No quería librar una batalla naval, pero la batalla naval insistió en insistir en Alemania. Como resultado, las aguas noruegas se convirtieron en un mar de sangre y fuego bajo el poder del ejército alemán.