Método sencillo para relojes secundarios
1. Preparación del material: cartulina en blanco (que se usa para hacer relojes), bolígrafos de colores (que se usan para dibujar los números y las manecillas del reloj), tijeras (que se usan para cortar cartón y manos). Pegamento o cinta adhesiva de doble cara (para mantener las manecillas en su lugar) Pequeños objetos redondos (como cuentas o piezas de ajedrez, para simular el movimiento de las manecillas de las horas y los minutos).
2. Dibuja un disco de reloj: Dibuja un círculo en el cartón. Este círculo se utilizará como disco de reloj. El tamaño de este círculo se puede determinar según sus preferencias, pero en general, un círculo con un diámetro de 15 a 20 cm es adecuado. Dibuja 12 números uniformemente en el círculo para representar las 12 horas del reloj. Puedes usar bolígrafos de colores para escribir los números del 1 al 12.
3. Haz indicaciones: Utiliza unas tijeras para recortar dos tiras de cartón, de unos 20 cm de largo. Estas tiras de cartón se utilizarán como manecillas de las horas y los minutos. Dibuja una flecha en una tira de cartón para indicar la posición de la manecilla de las horas. Esta flecha debe estar en el medio de la tira de cartón. También se dibuja una flecha en otra tira de cartón para indicar la posición del minutero. Esta flecha también debe estar en el medio de la tira de cartón.
El origen de los relojes
1. Relojes antiguos: Antes de la aparición de los relojes, la gente utilizaba diversos métodos para medir el tiempo. Por ejemplo, pueden utilizar un reloj de sol para saber la hora aproximada o un reloj de agua para medir el tiempo en una hora. Además, existen algunos dispositivos mecánicos, como relojes de velas, relojes de arena, etc., que también se pueden utilizar para marcar el tiempo. Sin embargo, estos métodos no son tan precisos como un reloj.
2. Relojes mecánicos medievales: Durante la Edad Media, con el desarrollo de la ingeniería mecánica, comenzaron a aparecer los relojes mecánicos. Los primeros relojes mecánicos se remontan al siglo XIII d.C. en China y Europa. Estos relojes mecánicos de primera generación eran muy simples y generalmente consistían en una rueda con un peso que giraba con el tiempo.
3. El auge de los campanarios: En Europa se empezaron a instalar grandes relojes mecánicos en los campanarios de las iglesias. Los relojes indican la hora y también se pueden utilizar para notificar a los residentes sobre diversos eventos importantes, como horarios de oración o eventos públicos. Estos relojes a menudo fueron fabricados por relojeros locales que continuaron mejorando e innovando, haciéndolos más precisos y complejos.