Prosa nostálgica: Xinghuayu

Texto: Shen

Fotos: Fuente Internet

Anoche me quedé dormido bajo una lluvia primaveral, con mis pensamientos como el viento. En una ciudad bulliciosa, pasear es placentero. Mire las ramas de las flores de albaricoque cubiertas por la lluvia primaveral, pero aprecie el color de la hierba, que es de un verde lejano pero no cercano. ¿Por qué sostengo un paraguas y dejo que la lluvia primaveral gotee en mi corazón?

Cada vez que caen las flores de albaricoque y llueve, la nostalgia es como una orquídea. Mi ciudad natal está llena de flores de albaricoque. Fue mi infancia más hermosa. Me gusta doblar algunos albaricoques rojos y ponerlos sobre mi escritorio. Los ojos amorosos de mi padre acariciaron mi rostro joven. Que la inocencia infantil se desborde en primavera y que las abejas se dispersen por las montañas.

En mis recuerdos posteriores de mi infancia, estaba tan melancólico como la seda. Dejé mis estudios porque no podía pagar la matrícula y mis lágrimas llenaron Xinghua Slope. Porque mi hermano no soportaba la pobreza y quería salir a ver. Los jóvenes no comprenden el dolor de sus padres, pero los ojos de los mayores están llenos de expectativas. Faltan las canas de las sienes y las arrugas de la frente.

Hoy es la brisa primaveral, y mis pensamientos son como un arcoíris. Creo que las flores de albaricoque frente a la puerta florecerán bajo la lluvia en este momento. La vieja y solitaria casa está vacía hasta la temporada de flores. Los niños se han asentado en otros países. Pero mi padre se ha convertido en el suelo de mi ciudad natal, algo que lamentaremos toda la vida. Esta es una deuda eterna con mi padre. Si mi padre supiera lo felices que somos hoy, renunciaría al deseo de toda su vida.

En este momento de tranquilidad, mi nostalgia es como el vino. Creo que mi anciana madre, que se encuentra lejos en el noreste en este momento, definitivamente estará escuchando el sonido de la lluvia a través de la ventana y también podrá ver la primavera en su ciudad natal a través de los edificios altos. Esos recuerdos de las flores de albaricoque flotando bajo la lluvia son los apegos más hermosos de su vida.

Así los años han acumulado nostalgia, y la fragancia impregna la lluvia de albaricoque...