¿Por qué cada vez hay más jóvenes interesados en el “mal turismo”?
Algunos comentaristas creen que este fenómeno refleja los cambios en el “gusto” de viajar de los jóvenes, e incluso explican que se trata de un cambio en la “vía” de viaje, lo que indica un gran cambio en la industria del turismo.
De hecho, hace tiempo que algunos turistas se alojan en pequeñas ciudades turísticas que no son populares. Por un lado, se beneficia de la mejora continua de la infraestructura en las ciudades pequeñas. Por ejemplo, muchas ciudades pequeñas han abierto trenes de alta velocidad e incluso aeropuertos, y las condiciones hoteleras no son inferiores a las de las ciudades turísticas populares, y la relación precio/rendimiento es mejor. Por otro lado, gracias al desarrollo de Internet, muchas personas compartirán fotografías y textos de viajes en las plataformas sociales. Se puede prestar atención a algunas atracciones de nicho rentables y "plantarlas", y luego existe la oportunidad de atraer algunas. turistas para registrarse fuera de línea.
Este año, el periodista fue a Moganshan, Huzhou, para entrevistas. En Yucun, al pie de la montaña Mogán, hay muchos cafés en un solo pueblo. Según la población local, muchos jóvenes vienen a Moganshan por "mal turismo" y no eligen registrarse en los lugares pintorescos. En cambio, me quedé cómodamente en un hotel con acento al pie de la montaña durante dos días y luego fui al pueblo a tomar café y charlar cuando tuve tiempo.
De hecho, hasta cierto punto, el "mal turismo" es un voto emitido por los jóvenes sobre los productos turísticos actuales.
Muchas atracciones turísticas populares están abarrotadas durante las vacaciones, lo que resulta en una mala experiencia y una mala relación calidad-precio. Tras un análisis cuidadoso, estas ciudades nicho de “mal turismo” tienen muchas similitudes. Por ejemplo, los recursos turísticos no han sido sobreexplotados ni comercializados, pero aún conservan fuertes estilos y características locales, lo que no sólo permite a los turistas experimentar las costumbres originales, sino que también se gana el favor de todos con sus recursos turísticos únicos.
Este fenómeno también ha aportado nuevos conocimientos a la gestión turística. Para atraer turistas, ya no podemos depender de recursos inherentes para obtener turistas, ni utilizar las mismas atracciones populares para obtener el flujo de pasajeros. En cambio, debemos confiar en la cultura local única, la atmósfera viva y la atmósfera humanista para retener a los turistas. En otras palabras, si una ciudad quiere desarrollar su economía turística, no puede separar sus lugares escénicos de la vida cotidiana de los residentes locales. Sólo "viendo personas, cosas y vida" podremos atraer más turistas.