La madre de trillizos en Shanghai gastó 360.000 yuanes en una casa rodante personalizada para recoger a sus bebés de la escuela. ¿Qué opinas del comportamiento de esta madre?
Primero, esta madre pasó mucho tiempo personalizando la autocaravana, y es obvio que quiere mucho a sus hijos.
Hoy en día hay muchas familias con dos o tres hijos, y el ambiente familiar es muy fuerte. Sin embargo, puede resultar un poco problemático enviar y traer a sus hijos a la escuela. En Shanghai, para poder cuidar a tres niños al mismo tiempo, una madre hizo sus propios dibujos y diseñó una casa rodante, que fue fabricada por un fabricante y finalmente costó 360.000 yuanes. Muchas decoraciones en la casa rodante se organizan según las preferencias de los niños. Botellas y latas, deflector de aire acondicionado, frigorífico, cama? Todo estaba organizado y a los niños les encantó la casa rodante. Esta madre diseñó una casa rodante única después de una exploración constante mientras cuidaba a sus hijos. Esto demuestra que ama a sus hijos y quiere brindarles el ambiente más cómodo.
En segundo lugar, hacer esto puede mejorar la calidad de vida y llevar la vida que deseas.
La madre debe enviar al jefe a la escuela secundaria a las 7 en punto, y los otros niños pueden dormir en la casa rodante durante una hora más sin afectar su sueño. Por la tarde, la madre tomó al segundo hijo y, mientras esperaba a su hermana, el niño pudo terminar sus tareas. Se puede decir que en el parque se pasa mucho tiempo y no se desperdicia nada. También hay una pequeña cocina en la autocaravana para que los niños puedan comer lo que quieran. Es realmente cómodo.
En tercer lugar, a esta madre le resulta muy difícil criar sola a tres hijos, pero con la caravana se vuelve muy tranquila.
Es difícil para una persona recoger y dejar a tres niños, pero esta madre solucionó este problema a la perfección. La autocaravana se ha convertido en un paraíso para madres y niños. El camino hacia y desde la escuela ya no es difícil, todo se ha vuelto muy tranquilo y ordenado, y mucha gente siente envidia. Sin embargo, la vida es nuestra y cada familia tiene su propia felicidad. Incluso si no tenemos una casa rodante, podemos amar mejor a nuestros hijos de otras maneras.