¿Por qué hay tanta gente dispuesta a trabajar duro para ser esclavos domésticos y comprar una casa?
Mucha gente diría que ante tanta presión en la vida, los niveles de consumo siguen siendo muy altos. ¿Por qué la gente decide comprar una casa y se impone una carga tan pesada al aceptar enormes préstamos hipotecarios cada mes? Al igual que Fan en "Oda a la Alegría", no importa cómo la trates o pagues por ella, ella no es tan segura como una casa. Mucha gente piensa que los deseos materialistas de la señora Fan son demasiado realistas, pero este es un retrato fiel de la mayoría de los jóvenes de hoy.
Una casa no es sólo un lugar para comer y dormir, es un hogar, un lugar al que pueden pertenecer las personas que trabajan duro al aire libre. En esta sociedad materialista, todo aquel que trabaja está trabajando duro por su propia vida. Sólo quieren darse a ellos y a sus familias un hogar más feliz. El hogar es el lugar donde se reúnen los miembros de la familia. En este hogar, podemos despojarnos de nuestras fuertes corazas y ser nosotros mismos, reír y llorar sin restricciones. Se puede ver que un hogar brinda a las personas no sólo necesidades materiales, sino también sustento espiritual. No importa a dónde vaya, siempre hay un lugar esperando que regrese, y ese es mi hogar. Cada ladrillo, cada teja, cada palillo, cada cuenco te pertenece. Comparado con el sentido de pertenencia y seguridad que brinda una casa, ¿qué pasa con ser un esclavo doméstico?